Glaucoma

Hipertensión arterial y glaucoma de ángulo abierto

La hipertensión arterial no incrementa (e incluso puede reducir) el riesgo de padecer glaucoma de ángulo abierto. En cambio, la baja presión de perfusión (PP) aumenta el riesgo relativo hasta tres veces más. Son datos obtenidos en un estudio realizado por especialistas de la University of the West Indies (Barbados) y la John Hopkins University (Estados Unidos).

Participaron en la investigación 2.989 personas, de 40 o más años, la mayoría (85%) de color. Todas ellas estaban en situación de riesgo de sufrir glaucoma de ángulo abierto. Sin embargo, después de cuatro años, sólo 67 desarrollaron dicha patología.

Los resultados del estudio, que publica "Archives of Ophthalmology", indican que, a los 4 años, se había incrementado la presión intraocular (PIO) de los individuos de la línea base. Con todo, dos tercios de los glaucomas de ángulo abierto que se desarrollaron la PIO fue inferior a 25 mm Hg. La hipertensión arterial de la línea base se asoció solo con la mitad de riesgo relativo de desarrollar glaucoma de ángulo abierto. Por otra parte, el riesgo relativo de padecer tal patología se incremento al bajar la PP.