La aspiración silente es difícil de diagnosticar y tratar. La tríada de sofocamiento, náuseas, y tos con los alimentos que es característica de la aspiración puede encontrarse ausente en estos niños hasta que una lesión pulmonar significativa se haya establecido. Poco se ha informado con respecto de las consecuencias a largo plazo de aspiración silente de aceite de mineral en los niños.
La asociación entre el reflujo gastroesofágico (RGE) y la enfermedad respiratoria se ha descrito bien en los niños. Hay dos mecanismos propuestos para los síntomas pulmonares en presencia de RGE. El primero es la aspiración directa de volúmenes gástricos, causando inflamación del parénquima pulmonar y de la vía aérea. El segundo es un mecanismo reflejo, provocado por el reflujo ácido del estómago en la porción mas baja del esófago que activaría el broncoespasmo. Cuando un niño presenta enfermedad pulmonar recurrente, en ausencia de una etiología subyacente, como fibrosis quística, fístula traqueoesofágica, el RGE debe ser considerado en el diagnóstico del diferencial, con la evaluación de diagnóstico apropiada.
Una historia completa y evaluación diagnóstica para reflujo del gastroesofágico incluso una pHmetría, pueden no reconocer al niño que silenciosamente se aspira. La aspiración silente puede considerarse en un 12% de niños que presentan enfermedad respiratoria crónica. En los adultos, el fenómeno se ha bien descripto en los pacientes anestesiados y víctimas de traumatismos. En los niños, la aspiración silente es también una consideración en los neurológicamente dañados y en aquéllos con alteraciones en la deglución.
En una serie de 19 niños con Síndrome de Down evaluados por problemas respiratorios crónicos se encontraron ocho que presentaban aspiración silente por medio de estudio de video deglución. Se postula que la hipotonía generalizado de niños con Síndrome de Down incluye también al tono del músculo faríngeo, con el consiguiente riesgo para los eventos de aspiración.
Frazier describió en su serie de niños con Síndrome de Down y aspiración silente, la ausencia de aspiración al mejorar la función de deglución. Semejantemente, una serie de niños neurológicamente normales con aspiración silente presentaban una función de la deglución normal luego del noveno mes.
El aceite mineral es notorio para su contribución a la enfermedad pulmonar. Como resulta ser un remedio fácilmente asequible para el estreñimiento, se ha usado el aceite mineral durante décadas en el tratamiento de niños y adultos, a menudo por recomendación de un médico. Al contrario de los hidrocarburos de viscosidad baja, como el querosén que tiende a extenderse a lo largo del epitelio respiratorio causando lesión difusa, el aceite mineral muy viscoso causa lesión directamente en el sitio de aspiración. Se sospecha que el aceite mineral flota encima de otros volúmenes gástricos y es la primera substancia que se aspira en los pacientes con RGE. Sin embargo, el aceite mineral no provoca tos y, además, las cilias del epitelio respiratorio no son eficaces en el barrido del aceite mineral de las vías aéreas. Una vez en el parénquima pulmonar, el aceite mineral provoca una reacción de tipo de cuerpo extraño y se consume por los macrófagos. No fácilmente aclarado por el sistema linfático, el aceite mineral puede persistir y puede causar una neumonía lipoidea aguda.
La presentación aguda de la neumonía lipoidea involucra a menudo fiebre, tos y taquipnea. Los resultados en la radiografía de tórax y en la tomografía computada son inconstantes, pero incluye un patrón reticular. El índice de macrófago cargados con lípidos ha mostrado ser eficaz en la identificación de aspiración silente en los niños. Hay muchas descripciones de la patología y el curso de la neumonía aguda por aceite mineral, tanto en los adultos como en los niños. Son menos conocidas las consecuencias a largo plazo de aspiración de aceite mineral.
El Heckers describió un paciente de diecinueve años con neumonía por aceite mineral que, después de recuperarse de la enfermedad aguda, tenía una caída persistentes en la paO2 arterial y distensibilidada pulmonar.
Artículo comentado por el Dr. Edgardo Checcacci, editor responsable de IntraMed en la especialidad de Pediatría