Discusión

Hormonas en la menopausia: qué opinan los médicos argentinos

Afirman que hay que diseñar tratamientos personalizados para cada paciente.

Noticias médicas

/ Publicado el 19 de julio de 2002

Tres años antes de lo esperado, uno de los brazos del estudio norteamericano que evaluaba los efectos de la terapia de reemplazo hormonal combinada en mujeres posmenopáusicas -el Woman Health Initiative, o WHI, sobre 16 mil pacientes- fue interrumpido abruptamente por los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos.

El estudio determinó que, al cabo de 5,2 años de tratamiento, se incrementaron los riesgos de enfermedad cardiovascular, cáncer de mama, embolias pulmonares, tromboflebitis, y aumentaron los infartos. En cambio, la ingesta oral de una combinación de estrógenos conjugados y acetato de medroxiprogesterona mostró una reducción de la osteoporosis, de las fracturas de cadera y del cáncer colorrectal, además de un adecuado control de los molestos síntomas de los años iniciales de climaterio: sofocos o calore s, insomnio, sequedad vaginal, falta de deseo sexual, irritabilidad, palpitaciones.

Estas conclusiones tuvieron polémica repercusión en todo el mundo. Por eso, ayer, la Asociación Argentina para el Estudio del Climaterio fijó su posición.

El profesor Néstor Siseles, presidente honorario de la Federación Latinoamericana de Sociedades de Climaterio y Menopausia, dijo que tanto el promedio de edad de las pacientes norteamericanas (63 años) como las dosis, las vías de administración y las hormonas utilizadas "no fueron las apropiadas ni se tuvieron en cuenta críticas que ya se hicieron en estudios anteriores (el Hers 1 y Hers 2). Hoy en día el acento está puesto en tratar a las pacientes en forma personalizada, no necesariamente por vía oral, ya que existen otras alternativas que producen menos complicaciones, y sobre todo, en utilizar nuevos progestágenos naturales que no modifiquen el perfil cardiovascular, además de combinaciones hormonales en muy bajas dosis".

Para el profesor Carlos Gurucharri, integrante del comité ejecutivo de la Sociedad Internacional de Obstetricia y Ginecología Psicosomática, el estudio norteamericano "no tuvo fallas de diseño. El punto en cuestión -señaló- es que fue planteado hace diez años, cuando se sabía menos, y justamente por la seriedad de los americanos es que cuando algunos indicadores pasaron el riesgo esperable decidieron interrumpirlo. Ese esquema, con esa edad, dosis y duración del tratamiento, no es ni remotamente el que se utiliza ahora. En el último congreso internacional de menopausia que se hizo hace menos de un mes en Berlín se plantearon como grandes novedades las dosis bajas y ultrabajas de hormonas, los nuevos progestágenos y las nuevas vías de administración (en geles y parches y en forma de spray nasal).

Un tercio de la vida

De acuerdo con las expectativas de vida actuales para la mujer, la mayoría pasará más de un tercio de luego de la menopausia.

Según datos del Indec de 1991, el 55% de la población mayor de 45 años es mujer, y del total de la población femenina, el 30% supera esa edad. Sin embargo, sólo 4 de cada 100 mujeres menopáusicas utilizan entre nosotros terapia hormonal de reemplazo (TRH) para tratar los síntomas del climaterio. Los especialistas indicaron que las argentinas (y también las uruguayas) aún son reacias, debido a la vigencia de mitos, a tratarse con hormonas.

La terapia de reemplazo hormonal se conoce desde inicios de 1940. Hasta hace algunos años se la consideraba el pasaporte hacia la eterna juventud de la mujer, al compensar los niveles de hormonas que caían luego del cese de la vida reproductiva.

Después, comenzaron los "no": riesgo de cáncer de endometrio (¿solución?, agregar progestágenos a los estrógenos), riesgo de cáncer mamario después de varios años de tratamiento y -asociado con el uso de progestágenos, que tienen el efecto contrario a los estrógenos y son vasoconstrictores- impacto negativo a nivel cardiovascular: infarto, stroke, flebitis. Por eso, desde hace tiempo no se la indica cuando existen antecedentes de ese tipo de patologías o un alto riesgo de ellas.

"En nuestro país, el promedio de mujeres que tratamos tiene 52 años y difícilmente siguen un tratamiento hormonal más allá de los primeros años de menopausia -dijo Siseles-. Con la TRH tratamos los síntomas del inicio del climaterio, y mejora muchísimo la calidad de vida. Una paciente de más de 60 años, en cambio, no recibe hormonas, sino sustancias moduladoras específicas de receptores estrogénicos (Serm) que actúan como estrógenos sobre el hueso y el aparato cardiovascular, pero tienen efecto opuesto sobre la mama y el endometrio y no producen riesgo de cáncer. Sería muy positivo usar esta alternativa al inicio del climaterio. Pero estas sustancias exacerban los calores e incendian a la mujer."

El doctor Gurucharri, por su parte, enfatizó que, a diferencia de lo que ocurría en la época de las abuelas, "hoy en día las mujeres grandes siguen yendo al médico y esto permite cuidarlas más y hacer prevención de muchas patologías".

El especialista aseguró que para los expertos argentinos en climaterio los resultados del WHI "no cambiaron nada. La TRH tiene indicaciones y contraindicaciones, pero ambas son relativas, porque siempre depende de la situación de cada paciente. Todas las mujeres deben recibir información acerca de beneficios y riesgos y elegir -agregó- . Y para evitar algo que fue llamado la medicalización de la vida, aconsejamos que rija el criterio de informar sin asustar y medicar sin invadir".