Perón, embarcado en la campaña electoral para acceder a su segundo mandato, y con todo un discurso antiyanqui, no podía aceptar y mucho menos permitir que el pueblo supiese que un médico norteamericano vendría a operar a Evita, aparte el General siempre declamaba que los "mejores médicos son los nuestros"(en obvia alusión a los galenos argentinos)
La Embajada Argentina en Washington había gestionado secretamente el viaje del Dr. George Pack a Buenos Aires, quién previamente y a raíz de una visita por un congreso tuvo oportunidad de examinarla, sin que ella misma lo sepa (seguramente anestesiada), a la ilustre paciente.
La más prestigiosa escuela de cirujanos con que contaba Argentina(y probablemente Sudamérica) era sin duda la de los hermanos Finochietto, Enrique y Ricardo formaron una pléyade de cirujanos, crearon instrumental, técnicas quirúrgicas (que aún hoy en día se usan) y escribieron trabajos y libros de cirugía, dentro del marco del ya desaparecido Hospital Rawson de la Ciudad de Buenos Aires donde ejercían la profesión.
La operación
Evita siempre creyó que Ricardo Finochietto la había operado, cuando en realidad en Noviembre del año 1951 es el Dr. Pack quién luego de esperar que la anestesia que le practicara el Dr. Roberto Goyenechea la durmiera, entra al quirófano para realizarle una histerectomía radical con vaciamiento ganglionar.
El eminente oncólogo americano pudo comprobar que el tumor ya había sobrepasado los límites del útero y comprometía órganos vecinos.
Posteriormente la paciente recibió radioterapia externa.
El Dr. George Pack permaneció en el país hasta que la enferma se recuperó de la operación y partió luego hacia los Estados Unidos.
Mientras los historiadores argentinos, Borroni y Vaca sostienen que Pack cobró $10.000 por su trabajo, Barron Lerner, de la Universidad de Columbia, Nueva York, EEUU, afirma que el cirujano estadounidense no cobró por sus servicios.