Parto prematuro

Antibióticos y parto prematuro

Las evidencias demuestran que las infecciones urinarias comunes, que pueden ser fácilmente tratadas, causan un alto número de nacimientos prematuros. Si bien hay cierta constancia de la relación entre infección urinaria y el parto prematuro, los resultados del tratamiento antibiótico como adyuvante en la terapia del parto prematuro, son contradictorios. Mientras que algunos estudios demostraron una prolongación significativa del embarazo, no se ha demostrado una reducción considerable de la morbilidad materna o fetal.

Las bacterias pueden desarrollar resistencia a los antimicrobianos cuando éstos son utilizados sin una finalidad específica o cuando no cubren el espectro bacteriano responsable de la infección. Por otra parte, recientemente fue observado que el uso de antibióticos en el período prenatal o intraparto se asocia con un elevado riesgo de sepsis neonatal resistente a los fármacos en caso de que ocurra una infección en el recién nacido.

Al respecto, especialistas del Departamento de Ginecología y Obstetricia de la Universidad de Cleveland (Estados Unidos) desaconsejan utilizar antibióticos como tratamiento de la amenaza de parto prematuro con el fin de prolongar el embarazo. Consideran que el tratamiento debe dirigirse a sólo aquellas mujeres que tiene indicaciones precisas, por ejemplo profilaxis intraparto del estreptococo grupo B, infección urinaria, etc.

Según han expuesto en la revista "Clinical Obstetrics and Gynecology" es difícil realizar un diagnóstico clínico de amenaza de parto prematuro. Teniendo en cuenta que aproximadamente la mitad de esas mujeres no darán a luz hasta el momento de término, la utilización de antibióticos para todas incluiría, no sólo a las que se hallan en riesgo de parto prematuro sino también a muchas que no se beneficiarán con la terapia.

En el estudio multicéntrico, evaluaron la fibronectina oncogénica fetal (FFN) cada 2 semanas en las pacientes entre 23 y 30 semanas de gestación. En aproximadamente un cuarto de ellas que dieron a luz tras 32 semanas de gestación, se identificaron altos niveles de FFN (>50 ng/ml). Según los resultados publicados, el 4% de las muestras fueron positivas para el análisis de fibronectina fetal. Los investigadores demostraron que los niveles elevados de FFN se asociaban con partos prematuros secundarios, preferentemente, a infecciones del tracto genital superior (coriamnionitis clínica e histológica).

Por otra parte, el incremento del FFN también se correlacionó con un aumento de sepsis neonatal. El valor predictivo negativo del 99,7% sugiere que dosis de FFN podrían ser de utilidad en la identificación de mujeres que no se beneficiarían con el tratamiento antibiótico.

Webs Relacionadas
University of Cleveland
http://www.csuohio.edu/
Clinical Obstetrics and Gynecology
http://www.clinicalobgyn.com/