Los autores investigaron el efecto del citado fármaco en 75 ratones sin pelo. A un grupo de animales se administraron dosis diarias de celecoxib equivalentes a las que toma el ser humano en función de su peso. Otro grupo recibió el doble de esa dosis y un tercer grupo no fue tratado. Todos ellos fueron expuestos a altas dosis de radiación ultraviolera.
Pero los ratones tratados desarrollaron tumores cutáneos más tarde y en menor cantidad.
Naturalmente, es prematuro hablar de los potenciales efectos preventivos en el ser humano, aunque los autores destacan la posible utilidad futura de esta nueva estrategia terapéutica para individuos de alto riesgo.
Webs Relacionadas
Baylor College of Medicine
http://public.bcm.tmc.edu/
Archives of Dermatology
http://archderm.ama-assn.org/subs/login.html