Reparación perineal

La técnica de sutura continua disminuye el trauma de la episotomía

Según un artículo publicado en The Lancet, la técnica de sutura y el material utilizado para realizarla pueden reducir el dolor en las pacientes.

Un elevado porcentaje de las mujeres que tienen un parto vaginal necesitan una sutura perineal que en muchos casos se convierte en una dolorosa pesadilla, peor incluso que el expulsivo. Un trabajo británico indica que la reparación del periné con el método continuo de sutura reduce el dolor a partir del segundo día si se compara con la técnica más usada, la sutura interrumpida. Los autores subrayan la importancia de una formación adecuada de los profesionales que realizan estas intervenciones para obtener unos buenos resultados.

En el estudio publicado en 'The Lancet' se aleatorizaron 1.542 mujeres. Se valoraban simultáneamente las técnicas de reparación, la continua y la interrumpida y dos tipos de material, el estándar frente a otro de absorción rápida. Los profesionales que realizaron las suturas habían sido entrenados durante los 9 meses previos al comienzo del ensayo. Los resultados se recogieron mediante cuestionarios a las madres a los 2 y 10 días posteriores al parto y a los 3 y 12 meses.

El método continuo se inicia con un punto por encima del vértice de la incisión vaginal. Se utilizan puntos sueltos y continuos para unir el corte en la vagina, el músculo superficial, el profundo y la piel. La sutura cutánea se extiende a bastante profundidad en el tejido subcutáneo.

El punto de inicio de la sutura interrumpida coincide con el de la técnica continua. Seguidamente, la incisión vaginal se une con puntos cerrados y continuos. En este caso, los músculos se cierran con suturas discontinuas, al igual que la piel que se aproxima con puntos transcutáneos.

Las mujeres que habían sido intervenidas con el método continuo tenían significativamente menos dolor a los diez días del parto. Los investigadores añaden también que las molestias eran algo menores cuando la persona que había realizado la sutura tenía mayor experiencia en la aplicación de la técnica. La diferencia en el nivel de dolor se mantenía a los 12 meses del parto y el número de suturas que hubo que retirar fue también menor en el caso de la metodología continua.

En cuanto a los tipos de material de sutura utilizados, no se encontraron diferencias en la variable principal, dolor a los 10 días. Sin embargo, se observó una importante reducción en el número de suturas que tuvieron que ser retiradas, algo que para los investigadores supone una ventaja, puesto que muchas mujeres encuentran esta experiencia extraordinariamente molesta y dolorosa.

Los autores proponen que las diferencias de dolor encontradas entre los dos métodos de sutura se deben al incremento de tensión causada por el edema. En el caso de la técnica continua, la tensión se reparte en toda la zona. También contribuye el hecho de que la piel se cose desde el tejido subcutáneo, de modo que no quedan terminaciones nerviosas en la superficie.

Por último, los investigadores animan a que se exploren otras opciones que reduzcan el trauma de un parto vaginal. De este modo, se puede detener el incremento en el número de cesáreas que se practican. Con este objetivo afirman que existe una necesidad urgente de programas de formación en reparación perineal.