Las células madre de médula ósea podrían ser más versátiles de lo que los científicos originalmente pensaban, según sugieren los resultados de un nuevo estudio publicado en el último número de "Nature Medicine". Investigadores de la Universidad de Florida encontraron que las células madre de la médula ósea pueden convertirse no solamente en células sanguíneas, sino también en vasos sanguíneos.
Este hallazgo podrían significar que estas células madre podrían ser usadas para generar distintos tipos de tejidos, quizá incluso órganos, explicó el Dr. Edward Scout, profesor asociados de Genética Molecular y director del Programa de Biología de Células Madre de la Universidad de Florida.
"Una de las grandes cuestiones en la biología de las células madre es si son plásticas o cambiables", dijo el Dr. Scout. Hemos visto por primera vez que una célula madre adulta de médula ósea puede generar algo más que sangre. Puede crear también vasos sanguíneos .
El equipo del Dr. Scott descubrió la versatilidad de estas células madre a través de un experimento con ratones desarrollados para ser modelos de retinopatía, un desorden que puede ser causado por la diabetes y que en algunas ocasiones conduce a la ceguera.
El Dr. Scout explicó que en la retinopatía diabética altos niveles de azucar en la sangre dañan los vasos sanguíneos del ojo. Cuando el cuerpo trata de reparar este daño, crea nuevos capilares, pero a menudo los capilares crecen en lugares equivocados, empeorando el proceso.
Este equipo de investigadores inyectó a cada ratón un única célula madre de médula ósea procedente de un ratón de laboratorio modificado con un gen fosforescente. Cada célula de este ratón brilla verde bajo una luz ultravioleta.
Cuando estudiaron a los ratones con retinopatía, los investigadores encontraron que todos presentaban nuevos capilares y que estos presentaban un color verde fosforescente. "Esa fue nuestra prueba formal de que efectivamente una célula madre sanguínea había creado estos vasos sanguíneos".
El Dr. Scott cree que esta investigación podría ayudar a comprender cómo el organismo actúa a la hora de crear nuevos vasos sanguíneos en lugares equivocados y, a largo plazo, diseñar una terapia para evitar este proceso patológico.
"Hasta hace cinco años todos pensaban que un vaso sanguíneo dañado era reparado por regeneración local. Recientemente se ha demostrado que había células circulando en la sangre que podrían venir de la médula ósea. Nosotros hemos enseñado que estas células son las que reparan los vasos", explicó el Dr. Scout.
Webs Relacionadas
University of Florida
http://www.ufl.edu/
Nature Medicine
http://www.nature.com/