Los investigadores han observado que la endostatina reduce la inflamación en tejido humano que se había implantado en ratones. El fármaco redujo el volumen del tejido, así como la cantidad de células inmunes inflamatorias.
Aunque se trata de resultados muy preliminares, parecen prometedores, a juicio de los autores.
La endostatina es una proteína natural con gran capacidad antiangiogénica, es decir, inhibe potentemente la formación de nuevos vasos sanguíneos, y es actualmente objeto de estudio como antitumoral.
No obstante, los autores explican que la inhibición de la angiogénesis también puede ser útil en enfermedades no oncológicas, caso de la artritis reumatoide, pues se ha observado que en el tejido que circunda las articulaciones en pacientes con la enfermedad reumatológica existe proliferación de nuevos vasos sanguíneos.