A principios de mes, el Dr. Antinori anunció en una sesión científica desarrollada en los Emiratos Árabes que una mujer se encontraba embarazada tras habérsele implantado un embrión clónico, noticia que fue acogida con gran escepticismo por la comunidad científico, independientemente del revuelo que levantó por sus implicaciones éticas.
Desde entonces no había corroborado ni desmentido el anuncio, hasta que en el programa televisivo comentó la existencia de los tres embarazos citados, que se encuentran entre las semanas sexto y novena de gestación. Según sus declaraciones, dos de las mujeres son de Rusia y la tercera de un estado islámico.
Sin embargo, negó que él estuviera directamente implicado en ninguno de estos experimentos.
Ello puede obedecer a que un paso en falso en sus declaraciones podría conducir a que se le retirara la licencia como médico. De hecho, el presidente de la Asociación Médica de Roma, Dr. Benito Meledandri, ha explicado que se abre una investigación cada vez que el Dr. Antinori hace declaraciones públicas, que podrían conducir a algún tipo de sanción por incumplimiento del código de ética médica italiano.
"Aunque no hay explícitamente ninguna prohibición de la clonación humana, el código especifica que cualquier intervención sobre el genoma humano debe enfocarse a la prevención y la corrección de condiciones patológicas", señala el Dr. Antonio Panti, presidente de la Asociación Médica de Florencia, quien comenta que la actuación de Antinori puede dar como resultado su expulsión de la profesión médica.