Según un estudio del National Institute of Child Health and Human Development (NICHD, Instituto Nacional de salud en el niño y el desarrollo humano), la metformina, un hipoglucemiante oral utilizado en la diabetes no insulino dependiente, parecería reducir el riesgo de aborto espontáneo en las mujeres con algún tipo de esterilidad. Este trabajo fue publicado en febrero de este año en el Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism.
La metformina aumenta la sensibilidad a la insulina y se utiliza para el tratamiento de la diabetes y en algunos casos de síndrome de ovario poliquístico (SOP), la forma más común de esterilidad por anovulación.
El SOP afecta un 5 a 10 por ciento de las mujeres americanas en edad reproductiva (unas 5 millones en total), explica el doctor John E. Nestler, autor del trabajo y jefe de endocrinología en la escuela de medicina de Virginia en la universidad de Virginia Commonwealth en Richmond. El grupo de estudio del doctor Nestler forma parte del programa de Centros Cooperativos especializados en investigación sobre reproducción del NICHD.
Los ovarios tienen un aspecto poliquístico por la acumulación de folículos inmaduros. Estas pacientes suelen ser anovuladoras, con alteraciones del ciclo o amenorrea, con altos niveles de insulina, obesidad, presión alta, endurecimiento de las arterias y altos niveles de triglicéridos. Estas mujeres también tienen un alto nivel de testosterona lo que puede inducir al crecimiento de vello en el cuerpo y la cara. Estas pacientes tienen un mayor riesgo de desarrollar una diabetes tipo 2.
En este artículo, los autores notaron que estas mujeres con SOP tenían antecedentes de abortos recurrentes. En trabajos anteriores, Nestler y colaboradores demostraron que la metformina reduce los altos niveles de testosterona en pacientes con SOP y aumenta las chances de una mujer de quedar embarazada. También comprobaron que en estas mujeres, la metformina aumenta el flujo sanguíneo uterino y trae aparejados cambios en el endometrio que favorecen la implantación.
En este trabajo, el Dr. Nestler y colaboradores, evaluaron un grupo de pacientes de la endocrinóloga venezolana Daniela Jakubowicz quien prescribía metformina durante el embarazo a sus pacientes con SOP. Luego de analizar los datos de estas pacientes encontraron que de 68 embarazos tratados con metformina, 6 (8.8 %) terminaron en aborto. Por otro lado, de los 31 embarazos que no recibieron metformina, 13 (41.9 %) terminaron en aborto. Sólo un recién nacido del grupo que recibió metformina tuvo una malformación genética. Se trató de un varón con una acondrodisplasia.
A pesar de que la metformina no produjo ninguna alteración en embarazos en estudios con animales, su utilización en el embarazo en los humanos no ha sido rigurosamente estudiada aún. Se requieren más trabajos para confirmar estos resultados y establecer la seguridad de la metformina en el embarazo.
El NICHD es parte del Instituto Nacional de Salud, la sección de investigación biomédica del gobierno federal de Estados Unidos. Este instituto promueve la investigación en el desarrollo antes y después del nacimiento, la salud fetal, materna y de la familia; la biología reproductiva y asuntos de la población y rehabilitación médica. Su página web es http://www.nichd.nih.gov.