Hipótesis:
La lobectomía tiroidea video-asistida mejora los resultados cosméticos de las cicatrices cutáneas y reduce el dolor postoperatorio.
Material y métodos:
Se eligieron pacientes admitidos en la División de Cirugía Endócrina de la Universidad Católica del Sagrado Corazón (Roma, Italia), entre marzo de 1999 y diciembre de 2000, candidatos para lobectomía tiroidea en razón de tener un nódulo tiroideo único y pequeño (= 3 cm). De los 62 pacientes randomizados, a 31 se les realizó la lobectomía convencional y a 31 la video-asistida, sin insuflación del cuello con CO-2, una nueva técnica desarrollada por los autores.
Resultados:
Los resultados estéticos fueron valorados de acuerdo con la satisfacción de los pacientes con sus cicatrices. La satisfacción fue mayor en el grupo video-asistido (media ± DS, 9.2 ± 0.5) que en el convencional (media ± DS, 5.8 ± 0.7) [P<0.001]. El dolor postoperatorio en los 2 primeros días fue menor en el grupo video-asistido (1.8 ± 0.2 y 1.2 ± 0.1) que en el convencional (6.2 ± 0.2 y 5.8 ± 0.2) [P<0.001].
No hubo diferencias significativas en las complicaciones (sangrado, infección de la herida, lesión del recurrente). La estadía postoperatoria fue menor en el grupo video-asistido (1.1 ± 0.1) que en el convencional (2.2 ± 0.2) [P<0.05].
Conclusiones:
La lobectomía tiroidea video-asistida es una alternativa válida a la cirugía convencional en pacientes con lesiones nodulares únicas y pequeñas.
Comentario:
Bellantone y colaboradores han demostrado experticia y eficiencia en la realización de la lobectomía tiroidea video-asistida, a través de una pequeña incisión (15-20 mm). Dicho procedimiento pudo realizarse en el 87% de los casos (27 de 31 pacientes), siendo necesaria la conversión en lesiones de más de 2 cm por la imposibilidad de visualizar el nervio recurrente. Si bien los pacientes seleccionados eran teóricamente portadores de patología benigna (biopsia aspirativa con aguja negativa), se halló cáncer en el examen histopatológico definitivo en más del 30% de los mismos. Aunque los autores no reportaron recidivas locales ni metástasis, la casuística presentada no permite sacar conclusiones valederas al respecto.