La noticia, difundida la semana pasada por el periódico "Gulf News", refería el anuncio realizado por el Dr. Antinori en un congreso en los Emiratos Arabes Unidos sobre una mujer -de la que no se indicó ni la identidad ni la nacionalidad- embarazada de ocho semanas de un feto clonado. De forma paralela, muchos especialistas manifestaron serias dudas sobre su autenticidad. El Dr. Antinori y su socio en este experimento, el norteamericano de origen chipriota Panos Zavos, rehusaron confirmar su veracidad.
Según la revista británica, un amigo de Antinori, Giancarlo Calzolari, periodista del diario italiano "Il Tempo de Roma", afirmó que el médico le dijo que la noticia es cierta y que el clon es el de "una personalidad importante y rica". "El procedimiento de clonación se realizó en un país musulmán", según Calzolari. Sea verdad o no, las reacciones de condena son numerosas y la mayoría de los críticos señalan las "escasas posibilidades" de éxito del procedimiento.
Según publica "New Scientist", solamente entre el 1 y 6% de los embriones clonados llegan a nacer, y de estos muchos fallecen a menudo a raíz de malformaciones. Además, todos los experimentos demuestran que "la mayoría de los clones mueren de forma prematura, y los pocos que sobreviven pueden tener anomalías serias, que pueden aparecer tardíamente", señala el Dr. Rudolph Jaenisch, especialista en genética del Massachusetts Institute of Technology (MIT).
Además, esta práctica favorecería el riesgo de desarrollar un coriocarcinoma, estima por su parte el Dr. Richard Gardner, presidente de un grupo de trabajo sobre la clonación de la Britain Royal Society. Este tumor maligno, explica, se desarrolla en el útero a partir de la placenta, y tiene tendencia a diseminarse rápidamente a través de la sangre, formando metástasis.
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New Scientist
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