Invento argentino: estará disponible para su uso en emergencias el año próximo

Crean un hígado bioartificial para chicos

Evita que los bebes y niños con hepatitis fulminante que necesitan un trasplante hepático mueran durante la espera. El dispositivo filtra la sangre del paciente, removiendo las toxinas. Contiene en su interior "minihígados" conformados por células de cerdo.

Fuente: La Nación

"En nuestro país, la hepatitis fulminante viral en niños tiene una incidencia muy alta; sólo en el Hospital Italiano vemos un paciente por mes -empieza diciendo el doctor Pablo Argibay, director del Instituto de Ciencias Básicas y Medicina Experimental de ese hospital-. Estos niños tienen como única solución el trasplante de hígado, pero éste no siempre llega a tiempo."

Para evitar que la espera del órgano por trasplantar acabe rápidamente con las esperanzas de vida del niño o del bebe que ha sufrido una hepatitis fulminante, Argibay y sus colegas han desarrollado el primer hígado bioartificial de uso pediátrico. Los investigadores esperan que el dispositivo esté disponible el año próximo para ser usado en este tipo de emergencias.

"Durante el año pasado, el hígado bioartificial fue probado en un sistema que simula las condiciones de un niño con hepatitis fulminante, y funcionó a la perfección -asegura el doctor Argibay-. Durante este año, será probado en animales con falla hepática, condición necesaria antes de ser aprobado para su uso en seres humanos."

Este hígado bioartificial -un órgano artificial que contiene componentes biológicos- consiste en un complejo sistema que extrae la sangre del paciente, la oxigena en una suerte de pulmón artificial y luego la limpia de sustancias tóxicas en un contenedor de células hepáticas (que los investigadores llaman "minihígados"), para finalmente devolverla al paciente.

Un detalle no menor es que los "minihígados" están conformados por cúmulos de células hepáticas de cerdos. "En el último congreso de xenotrasplantes (trasplantes entre diferentes especies) realizado en octubre de 2001 en Chicago quedó bastante claro que los virus porcinos son incapaces de infectar al ser humano", aclara Argibay.

Crear un hígado a escala

"En el mundo ya se ha trabajado en hígados bioartificiales para adultos, pero no para niños; los dispositivos son demasiado grandes o el volumen de células que contienen no alcanza para sostener las funciones hepáticas que requiere un niño enfermo", cuenta el doctor Argibay, que años atrás desarrolló un hígado bioartificial para adultos que llegó a ser usado con éxito en pacientes.

Junto a las licenciadas Alicia Lorenti y Mariana Barbich, Argibay comenzó experimentando con filtros de diálisis para niños con problemas renales. "Estos pequeños cartuchos se ajustaban perfectamente a los pequeños flujos y presiones que maneja el sistema circulatorio de un niño o un bebe -recuerda-. El desafío era mejorar la eficiencia de los cultivos de células hepáticas."

Normalmente, en los laboratorios estas células se cultivan sobre un plano, una al lado de la otra, por lo que no alcanzan a desarrollar muchas de las funciones que cumplen dentro del hígado, donde crecen en forma tridimensional.

"En nuestro laboratorio de ingeniería de tejidos, la licenciada Lorenti implementó un sistema de cultivo donde las células comienzan a atraerse entre ellas, adoptando una forma tridimensional; y lo que es más espectacular, comienzan a fijar los límites y las funciones de las células de un órgano entero."

Estos "minihígados" ideados por la doctora Lorenti conforman a nivel microscópico una organización similar a la de un hígado: tiene vasos sanguíneos, conductos para eliminar la bilis, células con diferentes funciones, etcétera.

El siguiente obstáculo, apunta Argibay, fue asegurar la correcta nutrición de los "minihígados" y que éstos sean "bañados" por la sangre del paciente. "La solución vino del departamento de ingeniería -dice-, donde diseñaron un dispositivo que evita que los "minihígados" se agrupen formando grumos."