El mesilato de fenoldopam, una benzadiazepina derivativa, es el primer receptor agonista de la dopamina 1 selectivo que ha sido aprobado para su uso clínico. Administrado de manera parenteral, actúa predominantemente como un vasodilatador en las arterias periféricas y como diurético en los riñones. Ha sido aprobado por la Administración de Alimentos y Drogas de os Estados Unidos para el manejo intrahospitalario a corto plazo (dentro de las 48 horas) de la hipertensión severa, cuando se requiere una reducción que pueda ser rápidamente reversible de la presión arterial, incluyendo la hipertensión neoplásica con un deterioro de las función orgánica terminal. En esta revisión, hemos examinado el desarrollo del fenoldopam, sus características farmacológicas y su eficacia clínica.
A pesar de que la hipertensión severa es común, su prevalencia varía de acuerdo a los factores demográficos, étnicos y económicos. En una auditoria reciente de las visitas realizadas en el departamento de emergencias médicas de un hospital de Miami (EEUU), el 4.9 % de los pacientes tenía hipertensión severa (presión sistólica de al menos 220 mm Hg o diastólica de al menos 120 mm Hg).
La mayoría de los pacientes con hipertensión severa pueden ser tratados de manera satisfactoria con drogas que son administradas oralmente, pero en algunos pacientes la hipertensión los pone en peligro de muerte y requieren de una terapia parenteral inmediata. Las emergencias hipertensivas han sido definidas como elevaciones en la presión arterial acompañadas por otras complicaciones como encefalopatía, hemorragia intracraneana, edema pulmonar, aneurisma aórtico disecado e infarto agudo de miocardio.
En el año 1992, se registraron 32.000 admisiones en hospitales de los Estados Unidos en los cuales la emergencia hipertensiva o la crisis fue el único diagnóstico. El tratamiento ideal para un paciente que presenta una emergencia hipertensiva es la aplicación de una droga parenteral que actúe rápidamente para reducir la presión arterial de una manera previsible, que tenga un período de vida corto para que su acción no pueda dilatarse si ocurre una reducción excesiva de la presión arterial y que tenga pocos efectos adversos. A pesar de que existen muchas drogas antihipertensivas, solo algunas presentan estas propiedades. El nitroprusido de sodio es una de estas drogas y algunas drogas más nuevas, como la nicardipina y el esmolol, son útiles en circunstancias particulares, pero no tienen todas las propiedades deseadas.
Otorgando opciones terapéuticas limitadas, el fenoldopam debe ser considerado para el tratamiento de las emergencias hipertensivas.