Para llegar a esta conclusión, que recoge un artículo publicado en el "Journal of Occupational and Environmental Medicine", emplearon los datos del censo laboral de toda la población sueca y evaluaron el riesgo de cáncer en los miles de pintores y personas empleadas en la fabricación de pinturas y disolventes. La mayoría de los que trabajan en la construcción están expuestos a niveles elevados de disolventes, polvo de pintura que incorpora pigmentos en los que se incluyen cromados de plomo y cinc, así como una variedad de polvos inorgánicos.
Los investigadores encontraron que, entre la población masculina, los que trabajan en la pintura y en el lacado de metales presentan un pequeño pero significativo mayor riesgo de cáncer de pulmón, mientras que los artistas tienen mayor riesgo de cáncer de vejiga. Asimismo, los empleados en la fabricación de pinturas y barnices se enfrentan a un riesgo incrementado de cáncer de páncreas, de pulmón y de leucemia no linfocítica.
En mujeres, que globalmente presentan tasas más elevadas, las que trabajan con lacas presentan mayor riesgo de cáncer de esófago y de laringe, mientras que las empleadas en fabricación de barnices tienen mayor riesgo de desarrollar tumores orales.
Webs Relacionadas
National Cancer Institute
http://www.nci.nih.gov/
Journal of Occupational and Environmental Medicine
http://www.acoem.org/