El hallazgo apoya las evidencias existentes que creen en la transmisión genética de la vulnerabilidad a desarrollar este trastorno.
Para llegar a su conclusión, examinaron a miembros de familias con dos o más personas afectadas por la anorexia. Los autores escriben que la literatura científica ha apoyado desde hace tiempo el papel de la genética en la etiología de la anorexia nerviosa, pero añaden que su investigación es la primera que muestra una vinculación genética al trastorno alimentario.
Señalan que pueden ser varios los genes que predisponen a la enfermedad, si bien los factores ambientales también desempeñan un papel fundamental. El siguiente paso será identificar qué genes específicos están implicados en ella.
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American Journal of Human Genetics
http://www.journals.uchicago.edu/