Sin embargo, una aparente ventaja de esta molécula es que los ratones con peso normal vuelven regular su apetito un día después de comenzar el tratamiento, mientras que el fármaco sigue actuando en aquellos roedores que son obesos.
La molécula provoca la pérdida de peso mediante el bloqueo de una enzima implicada en el almacenamiento de energía. Los ratones delgados recuperan su apetito normal al cabo de un día de tratamiento, pero los obesos no se vuelven resistentes al fármaco hasta que han perdido peso de forma significativa.