Un recorrido para realizar en familia

Bosque de Arrayanes e Isla Victoria

Una de las excursiones más tradicionales de Bariloche, saliendo desde Puerto Pañuelo en catamarán, lleva al paseante a navegar las aguas del Nahuel Huapi, a hacer pie en la Península Quetrihué y en la Isla Victoria.

Autor/a: Por IntraMed

Partiendo desde Puerto Pañuelo, desde donde se puede admirar el imponente edificio del Hotel Llao Llao y sus cuidados jardines, un cómodo catamarán traslada a los visitantes por las frías aguas del lago Nahuel Huapi. Durante la travesía, decenas de gaviotas acompañan la nave y muestran su intrepidez y destreza al acercarse hasta los viajeros que, con sus brazos extendidos, les ofrecen alimentos que ellas aceptan gustosas.

Dentro del barco la temperatura es agradable y las butacas son muy cómodas, aunque no hay que perderse una mínima excursión al piso superior para sentir el viento en la cara y gozar de los verdaderos colores del paisaje.

Luego de navegar durante una hora, se llega a la Península Quetrihué donde se encuentra un bosque de características únicas en el mundo: los arrayanes miden varios metros y ya no se los considera arbustos -como en otras regiones- sino árboles. Una pasarela de madera guía al visitante por una senda entre los árboles de color rojizo, cuya corteza es suave y fría al tacto.

Vuelta al catamarán y luego de media hora de navegación se arriba al Puerto Anchorena, en la Isla Victoria. Un guía nos ayuda a apreciar las diferentes especies de árboles que allí crecen: sequoias, abedules, abetos, pinos. También vale la pena ascender a pie o en aerosilla hasta el cerro Bella Vista, a 900 metros de altura.
Para finalizar, no hay que perderse la caminata de 500 metros hasta la Playa del Toro. Antes de llegar alcanzan a verse vestigios de pinturas rupestres sobre las piedras del camino. Y una vez en la playa, toda la familia puede disfrutar de la fina arena, de la sombra de los árboles o de un baño en las aguas transparentes del lago.