Actualización

Actualidades en enfermedades "ácido dependientes"

Revisión de los avances observados en la etiopatogenia, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad ulcerosa por el impacto médico, económico y social que han representado.

Autor/a: Dr. Jorge Valenzuela E. *

Fuente: A.I.G.E.

Indice
1. Introducción
2. Conclusión
3. Diagnóstico y Tratamiento

Las enfermedades “ácido dependientes” más comunes son: la enfermedad ulcerosa péptica y la esofagitis por reflujo gastroensofágico (RGE).

a) Fisiopatología de la úlcera: 

El conocimiento sobre el mecanismo patogénico de la enfermedad ulcerosa ha identificado dos factores muy importantes:

1) El Helicobacter pylori (HP) como agente causal de la gastritis aguda y crónica predisponente de la úlcera principalmente duodenal y

2) Definición del papel de los anti-inflamatorios no-esteroidales (AINEs) como agentes causales de las lesiones gastroduodenales, por inhibición de la prostaglandinas, elementos decisivos en el control de los mecanismos defensivos de la mucosa gastroduodenal.
Estos conceptos han modificado consecuentemente el enfoque diagnóstico, terapéutico y pronóstico de la enfermedad ulcerosa.

El Helicobacter pylori es un bacilo gram negativo flagelado cuya infección se adquiere preferentemente por via oral, relacionada con las malas condiciones socio-económicas y de higiene, de adquisición en las primeras décadas y con alta prevalencia en los países en vías de desarrollo. 

La bacteria se anida en el estómago, bajo la capa de mucus, prácticamente sin invasión de la mucosa, e induce una respuesta inflamatoria cuyas características dependen de factores de virulencia de la bacteria y la respuesta inmunológica del huésped. (Amer J GE 1999;94:S11)

I.- Factores de virulencia de la bacteria:  Ureasa, adhesinas, flagelos, enzimas destoxificantes, proteínas de choque térmico, lipopolisacáridos, citotoxina (vacuolizante) VacA, gen CagA y proteína por contacto con células epiteliales (IceA).

II.- Factores del huésped:  La respuesta del huésped a la infección está determinada por la edad y estado nutritivo que determinan la respuesta inmunológica de la mucosa gástrica la que se caracteriza por acumulación de leucocitos, células plasmáticas y linfocitos (cels. T y B) con aumento de los folículos linfoides, producción de anticuerpos de tipo IgA locales y de IgG en el suero.

Como resultado en el paciente se produce una inflamación (gastritis) aguda (infiltración polimorfonuclear), que evoluciona a la cronicidad (infiltración con mononucleares) y que desde el punto de vista funcional, en el antro gástrico afecta la actividad de la somatostatina (peptido frenador) e indirectamente, la entrega de gastrina cuyos niveles plasmáticos aumentan. 

La hipergastrinemia estimula directamente las células parietales a secretar más ácido (los ulcerosos llegan a secretar dos veces más ácido que los normales) y por su acción trófica lleva a la hipertrofia de la mucosa de la región fúndica. 

 Esta alteración de la secreción de ácido regresa al erradicar el HP.  La hipersecreción de ácido resulta en una sobrecarga ácido al duodeno, duodenitis y metaplasia gástrica de la mucosa duodenal.