"No hay ningún fenómeno de rechazo de los injertos", prosiguió el médico, precisando que su paciente sigue un tratamiento de rutina. Chatelier, de 37 años, presente en la reunión, afirmó estar sumamente feliz y señaló que podía realizar casi todos los gestos de la vida corriente. "La apropiación de la mano se dio hace un año, cuando la imagen de la mano reapareció en el cerebro", añadió el cirujano.
"Es el milagro de la medicina. Mi cerebro las amaestró, las adoptó y ahora las hace trabajar", comentó al respecto Chatelier. El paciente perdió las dos manos hace cuatro años a raíz de la explosión de un petardo artesanal. En ese momento se le amputaron las manos por encima de las muñecas. La operación fue realizada el 14 de enero del 2000 por el equipo del Dr. Dubernard y duró 17 horas. Los antebrazos y manos a trasplantar habían sido retirados del donante la noche anterior y fueron injertados simultáneamente, suturándose las arterias, los nervios, los tendones, los músculos y la piel después de fijarse los huesos del antebrazo. Fue en este mismo hospital y a cargo del mismo equipo donde en septiembre de 1998 se llevó a cabo el primer trasplante de mano. El paciente fue el neozelandés Clint Hallam, de 49 años.
En Francia se registran cada año 1,4 millones de casos de traumatismos de la mano. Unos 400 dedos y manos son reinjertados a sus propietarios anualmente, pero los problemas de rechazo han impedido durante mucho tiempo proceder a injertos alógenos.