La oveja ha desarrollado la enfermedad, aunque aún se desconoce si se trata de una señal de envejecimiento prematuro debido a la clonación o de una "lamentable coincidencia", indicó el científico del Instituto Roslin de Edimburgo. "Dolly sufre artritis en la pata trasera izquierda a la altura de la cadera y de la rodilla", declaró el Dr. Wilmut, añadiendo que no podía "decir cómo va a evolucionar" el animal, pero que "responde bien al tratamiento antiinflamatorio".
"El hecho de que 'Dolly' tenga artritis a temprana edad (5 años) permite pensar que podría haber problemas", dijo el científico. "Sabemos ya que hay una tasa anormal de mortalidad de los animales clonados alrededor del momento de nacimiento", explicó Wilmut. "Lo que debemos seguir estudiando es si las enfermedades como la artritis, que tiende a asociarse a la edad, aparecen normalmente o si la incidencia cambia" con la clonación, apuntó.
Para ello, el Dr. Wilmut insta a los laboratorios de investigación a compartir más eficazmente los resultados de sus experimentos. "Creo que algunos grupos no tienen bastantes animales para sacar conclusiones por sí solos", estimó.
"Es la razón por la cual es importante que compartamos nuestras informaciones", resaltó el científico, ya que "la única solución es producir un gran número de clones y comparar la tasa de artritis o de otras enfermedades de los animales clonados" con la de los animales nacidos naturalmente. El envejecimiento prematuro de "Dolly" fue apuntado ya en mayo de 1999, cuando una investigación realizada por PPL Therapeutics, compañía que colaboró en la creación de la oveja, demostró que la edad de sus cromosomas no era de 3 años sino de 9. Es decir, que a su edad había que añadir la de la oveja de 6 años de la que se extrajo la célula que permitió su clonación.