Según un estudio realizado con primates, el efecto preventivo de la píldora no se debe sólo a que previene la ovulación, lo que implicaría que podría ser útil con fines de prevenir el cáncer en mujeres de riesgo no interesadas en sus efectos anticonceptivos.
La investigación confirma los hallazgos previos de que la progestina, componente de los anticonceptivos orales, estimula la apoptosis de las células dañadas del ovario, eliminando de este modo las células que pueden convertirse en tumorales.
Ahora, se ha observado que las células expuestas a la progestina producen mayores cantidades de la proteína TGF-beta, factor de crecimiento tumoral implicado en varios mecanismos celulares relacionados con el cáncer. Asimismo, mayores concentraciones de TGF-beta en los ovarios expuestos a la progestina se correlacionan con una mayor proporción de células que se eliminan en el proceso de apoptosis.