Incontinencia anal

Implante de microbalones en el manejo de la incontinencia anal

El implante de microbalones expandibles ha probado ser exitoso en el tratamiento de la incontinencia urinaria de esfuerzo.

Autor/a: Dr. Rodolfo Altrudi

Indice
1. Desarrollo
2. Comentario

Se buscó comprobar cuáles serían los resultados de su uso en la incontinencia anal severa. Los hallazgos de este trabajo muestran que esta técnica parece ser simple, segura y efectiva para restaurar la continencia anal, sin obstaculizar la defecación normal.

Material y Métodos

Se implantaron microbalones expandibles en la capa submucosa del canal anal en 6 pacientes consecutivos con incontinencia anal severa, 4 de ellos hombres, con una edad promedio de 43 años (rango: 29-60). Todos ellos tenían al menos dos intentos de reparación quirúrgica previa. La causa de incontinencia fue secuela de cirugía por fístula en 4 y por injuria obstétrica en 2.

El balón está hecho con siliconas y el material de relleno es un hidrogel biocompatible de poly-N-vinyl-pyrrolidone. Los pacientes recibieron preparación colónica y cobertura antibiótica y sedación con midazolam. Se punzó utilizando el sistema de colocación del equipo a 1-2 centímetros por encima de la línea pectínea y se inyectó 1 centímetro de solución salina para verificar la ubicación submucosa. Ubicado el balón se inyectaron 0.90 ml del hidrogel. Se implantaron entre 3 y 5 balones hasta lograr la aproximación de las paredes (Figuras 1 y 2).


FIGURA 1: técnica endoscópica para el implante de microbalones en el canal anal.


FIGURA 2: apariencia endoscópica del canal anal luego del implante de dos microbalones.

Luego del procedimiento se realizó una ecografía endoanal para verificar la posición de los balones. Todos los pacientes menos uno fueron dados de alta entre 3 y 6 horas después de realizado el procedimiento.

Resultados

Las ecografías preoperatorias mostraron grandes defectos esfinterianos. Se implantaron un total de 33 microbalones en los 6 pacientes (~ 5 por paciente). No existieron complicaciones intra ni postoperatorias. La presión anal en reposo no mejoró en ninguno de los pacientes; el promedio de mejora en el score  de Browning-Parks modificado fue de 16.16 antes del implante a 5 después (p=0.027).
La pérdida involuntaria de gases y heces líquidas o sólidas así como el uso de pañales se redujeron en grado de significación estadística ( p de 0.026, 0.024, 0.026 y 0.014 respectivamente). Se reportó un caso de obstrucción a la defecación en un paciente con 6 balones implantados, que se resolvió mediante el estallido por punción de 1 microbalón.

Discusión

Previo a este método se han realizado otros con idéntico principio, tales como la inyección de polytetrafluoroethylene o de grasa antóloga; ambos mostraron rápida tendencia a la recidiva de la incontinencia. Los esfínteres anales artificiales son más efectivos pero no tienen la ventaja de ser un procedimiento endoscópico.
El implante de microbalones ya había mostrado éxito y durabilidad en la incontinencia urinaria de esfuerzo por lo que se extendió su indicación a la incontinencia anal. Los microbalones mostraron una excelente biocompatibilidad, no detectándose infecciones o irritación local en ninguno de los pacientes.