Autoinjertos

Revisión de la cirugía del ligamento cruzado anterior con el uso de injertos autógenos de hueso con tendón rotuliano

Investigación realizada en el Cincinnati Sportsmedicine and Orthopaedic Center y en Deaconess Hospital, Cincinnati, Ohio.

Autor/a: Dr. Frank R. Noyes y Lic. Sue D. Barber-Westin

Antecedentes:
Se llevo a cabo un estudio prospectivo para determinar los resultados funcionales, la satisfacción del paciente y la tasa de falla de los injertos después de cincuenta y siete revisiones consecutivas del reemplazo del ligamento cruzado anterior con el uso de injertos autógenos de hueso con tendón rotuliano.

Métodos:
En este estudio se evaluaron cincuenta y cuatro pacientes (cincuenta y cinco operaciones. Al mismo tiempo, se realizaron procedimientos operatorios durante las revisiones en treinta y siete rodillas (67%. Estos procedimientos incluyeron la reparación de meniscos rotos en veinte rodillas (36%) y la reconstrucción de las estructuras deficientes de los ligamentos mediales o posterolaterales en diecisiete rodillas (31%. Nueve rodillas (16%) tuvieron osteotomía tibial proximal para corregir el mal alineamiento varus (genu varus) antes de la operación de revisión. Los resultados se evaluaron con el sistema de clasificación de rodilla "Cincinnati Knee Rating System".

Resultados:
Los resultados indicaron mejorias significativas en el puntaje del dolor (p <0.0001), las actividades de la vida diaria (p < 0.01), la participación deportiva (p <0.001), la satisfacción del paciente (p <0.0001) y la clasificación total de la rodilla (p <0.0001). Treinta y tres (60%) de los ligamentos reemplazados se encontraban en estado funcional, nueve (16%) estaban parcialmente funcionales y trece (24%) habían fallado.

Conclusiones:
Muchas rodillas (93%) tuvieron problemas compuestos, incluido daño del cartílago articular, menisectomía previa, pérdida de la limitación de los ligamentos secundarios mal alineamiento varus y reemplazado del ligamento o reparación del menisco concomitante. Por consiguiente, los resultados generalmente fueron menos favorables que los obtenidos después de las operaciones primarias. La tasa de falla del injerto fue tres veces más alta que la tasa de falla que nosotros habíamos reportado anteriormente después de realizar reemplazos primarios del ligamento cruzado anterior con injerto autógeno de hueso con tendón rotuliano. Aún así, se encontró que los síntomas y las limitaciones funcionales con respecto a las actividades diarias y deportivas habían diminuido y que la satisfacción del paciente había mejorado. Sobre la base de nuestros conocimientos, estamos a favor de la corrección del mal alineamiento varus antes de los procedimientos en el ligamento cruzado anterior. Las deficiencias asociadas con el ligamento posterolateral deberán corregirse quirúrgicamente durante los procedimientos en el ligamento cruzado anterior para prevenir la sobrecarga en el injerto debida a la apertura anormal en la articulación tibiofemoral lateral. La rotura de los meniscos, incluidas las roturas complejas que se extienden en la zona avascular, pueden reparase concomitantemente con éxito durante la revisión.

J Bone Joint Surg A 2001; 83 A n° 8: 1131-1143.