La enfermedad por reflujo gastroesofágico  (ERGE), es una entidad muy común en países occidentales, especialmente en los Estados Unidos y Europa. En nuestro medio, una encuesta realizada, demostró una prevalencia de síntomas típicos de reflujo gastroesofágico (RGE ) (pirosis y regurgitación) del 23%.1 Cifras similares se han reportado en otros países occidentales, y que son superiores a las de países de oriente (figura 1), además se ha reportado que la prevalencia de ERGE es significativamente menor en individuos asiáticos comparado con caucásicos. 2,3,4. Lagergren y colaboradores reportaron que los síntomas de RGE preceden al diagnóstico de cáncer en alrededor del 60% de los pacientes con adenocarcinoma de esófago, que además presenta un significativo incremento de la incidencia en la población occcidental.5

Figura 1: prevalencia de ERGE en diferentes países. (4)
 

La hipótesis que podemos plantear a partir de estos datos es que los hábitos alimentarios y el estilo de vida de la población occidental jugaría algún rol en la patogénesis y la evolución de la ERGE. El grupo de expertos reunidos en Genval (Bélgica) definió a la ERGE como la presencia de síntomas típicos (pirosis y/o regurgitación) frecuentes, es decir 2 o más veces por semana y alteración en la calidad de vida de los pacientes. Dicho grupo concluyó que a los pacientes con síntomas frecuentes se les indique terapéutica con inhibidores de la bomba de protones, y los que tienen síntomas infrecuentes solamente se los reasegure y no consideraron en este grupo modificar el estilo de vida ya que no había evidencias que lo avalen. Sin embargo Olmos y Cols, en un trabajo realizado en nuestro país, demostraron diferencias significativas en la prevalencia de síntomas de RGE en una comunidad adventista (cuyos miembros no consumen alcohol, no fuman y son prácticamente vegetarianos), cuando se los comparó con controles de diferentes áreas del país. Basándonos en ésta evidencia podemos decir que el estilo de vida tendría un impacto en el desarrollo de síntomas de RGE. 6

Recientemente Meining y Classen, publicaron una excelente revisión sobre este controvertido tópico en el manejo de la ERGE. 7

El objetivo de esta actualización es definir, basándonos en la evidencia disponible, que modificaciones en la dieta y/o en el estilo de vida pueden ser consideradas una herramienta terapéutica no farmacológica genuina modificando la calidad de vida de los pacientes con ERGE, y cuales sólo son medidas empíricas.