De acuerdo con los autores, en los últimos años se han desarrollado indicaciones nuevas para la regulación permanente del ritmo cardíaco, con numerosos estudios que demuestran mejores resultados clínicos en variados trastornos. La miocardiopatía obstructiva hipertrófica, la miocardiopatía dilatada, la insuficiencia cardíaca, el síncope neurocardiogénico y la fibrilación auricular son enfermedades comunes que requieren que cada médico clínico se familiarice con las terapias alternativas en desarrollo.

Según los trabajos consultados, la regulación del ritmo cardíaco puede mejorar la sintomatología y las alteraciones hemodinámicas de los pacientes con aquellas patologías. Sin embargo, dicen, las pruebas clínicas no han demostrado evidencia concluyente con respecto a los beneficios a largo plazo que resultan del uso de marcapasos en esos pacientes, y no se sabe aún con certeza si la regulación del ritmo cardíaco será una opción preferida dentro de los tratamientos posibles.

Las comunicaciones preliminares, dicen los autores, indican que la regulación del ritmo cardíaco es una opción terapéutica adyuvante viable para mejorar los síntomas en pacientes que presentan una miocardipatía dilatada e insuficiencia cardíaca. No obstante, aclaran, aún no se han establecido beneficios en el índice de mortalidad, aunque se espera que las pruebas clínicas aleatorizadas que se están realizando en la actualidad puedan proveer información definitiva sobre este tema.

En cuanto a los pacientes que sufren síncopes neurocardiogénicos refractarios, o a los pacientes que no toleran el tratamiento médico, los autores han encontrado que pueden verse beneficiados con terapias que regulan el ritmo cardíaco, en especial aquellas que usan algoritmos de sensores de caída del ritmo cardíaco. La regulación cardíaca biauricular ha surgido como una técnica que resincroniza la actividad eléctrica auricular, habiéndose demostrado que previene la fibrilación auricular. La regulación del ritmo cardíaco auricular en sitios múltiples, acotan los autores, con la finalidad de prevenir la fibrilación auricular está siendo investigada, pero según concluyen se muestra promisoria.

Los responsables del trabajo aclaran que las pautas actuales de la American College of Cardiology-American Heart Association para el implante de marcapasos permanentes y dispositivos antiarrítmicos fueron publicadas en 1998, antes de que se publicaran muchos de los estudios clínicos analizados en esta revisión y que en este informe no se debate la regulación cardíaca como terapia única para prevenir la fibrilación auricular. Las pautas a las que hacen referencia establecen que la miocardiopatía obstructiva hipertrófica, la miocardiopatía dilatada y el síncope neurocardiogénico son indicaciones clase IIb para la regulación permanente del ritmo cardíaco.

Finalmente, los autores manifiestan la esperanza de que las indicaciones más recientes sobre la regulación del ritmo cardíaco den por resultado mejores conclusiones clínicas en el caso de la miocardiopatía obstructiva hipertrófica, la miocardiopatía dilatada, el síncope neurocardiogénico y la fibrilación auricular.

Ann Intern Med. 2001;1:98-112.