A pesar de que la mayor prevalencia del asma se produce en niños en edad preescolar, la utilidad clínica de la terapia para el asma para este grupo etario está limitada por un índice terapéutico estrecho, una tolerabilidad limitada a largo plazo y por la frecuencia y/o dificultad de administración de la misma. La inhalación de corticoestroides y cromolin son las terapias de control más frecuentemente prescriptas para los niños pequeños con asma persistente, a pesar de que los pacientes muy jóvenes pueden tener dificultades para utilizar los nebulizadores y la dosis de descarga puede ser variable. Se ha reportado, además, una reducida aceptación de la terapia por inhalación comprada con la terapia que es administrada oralmente.
Una potencial ventaja del montelukast es la facilidad de administración que presenta una tableta masticable que debe tomarse una vez al día; no se ha observado una reacción baja o un cambio en la seguridad luego de 140 y 80 semanas de terapia con montelukast en adultos y en pacientes pediátricos entre 6 y 14 años de edad, respectivamente.
Recientemente, un grupo de investigadores ha llevado a cabo un estudio para determinar el perfil de seguridad del montelukast, un antagonista oral del receptor de leucotrieno, en niños en edad preescolar con asma persistente. Los investigadores estudiaron, además, el efecto del montelukast a partir de mediciones exploratorias para el control del asma.
Los investigadores realizaron un estudio de doble ciego, multicéntrico y multinacional en 93 centros de todo el mundo, incluyendo 56 en los Estados Unidos y 21 en países de Africa, Australia, Europa, Norte América y Sudamérica. Durante el estudio, un total de 689 pacientes (entre 2 y 5 años de edad) fueron asignados de manera randomizada para recibir un tratamiento con placebo durante 12 semanas (228 pacientes) o 4 mg de montelukast en una tableta masticable (461paciantes) luego de 2 semanas de un período inicial de tratamiento con placebo. Los pacientes presentaban antecedentes de asma diagnosticado por médicos que requirieron el uso de un B-agonista y un nivel predeterminado de síntomas de asma durante el día.
Durante el estudio, los padres y/o tutores respondieron preguntas dos veces al día sobre una tarjeta validada específicamente para el asma y completaron un cuestionario validado sobre la calidad de vida específica para el asma en momentos precisados a lo largo de la investigación. Los médicos y los padres completaron una evaluación global sobre el control del asma al finalizar el estudio. La eficacia del resultado incluyó: síntomas de asma durante el día y la noche, uso diario de B-agonistas, días sin asma, frecuencia de los ataques de asma, número de pacientes que discontinuaron el tratamiento a causa del asma, necesidad de medicación de rescate, evaluaciones globales de los médicos y los padres acerca del cambio y la calidad de vida específica de asma y el conteo de eosinófilos en sangre periférica. A pesar de ser exploratorios, la eficacia de los resultados fue predeterminada y los análisis fueron registrados en un plan de análisis de datos antes de dar a conocer los datos finales recabados por el estudio.
Al finalizar la exploración y el estudio se realizó un examen físico completo. Las pruebas de rutina de laboratorio se realizaron durante la exploración y a las 6 y 12 semanas y fueron remitidas a un laboratorio central para el análisis. Los efectos adversos fueron recabados a través de la información proporcionada por los padres en cada visita clínica. Se realizó una aproximación a la intención de tratamiento, incluyendo todos los pacientes con una medición inicial y al menos una medición realizada luego de la randomización, para determinar la eficacia de los resultados. Los investigadores utilizaron un modelo de análisis de varianza con términos para el tratamiento, centro de estudio y estrato (uso de corticoesteroides inhalados/nebulizados, uso de cromolin o ninguno) para estimar las medidas por grupo de tratamiento y las diferencias entre los grupos, para construir intervalos de confianza del 95%.
El tratamiento por edad, sexo raza, prueba radioalergoabsorvente, estrato e interacciones entre los centros de estudio fueron evaluadas a través de la inclusión de cada término por separado. La prueba exacta de Fisher fue utilizada en las comparaciones entre los grupos para determinar la frecuencia de los ataques de asma, las discontinuaciones del estudio a causa de un empeoramiento del asma, la necesidad de medicación de rescate y la frecuencia de efectos adversos. Dada la presencia de un desequilibrio en los valores iniciales del conteo de eosinófilos para los dos grupos de tratamiento, se realizó un análisis de covarianza sobre el cambio eosinófilo desde el inicio con los valores iniciales de los pacientes como covariable.
Del total de 689 seleccionados, aproximadamente el 60% eran niños y el 60% eran de raza blanca. Los pacientes fueron divididos equitativamente por edad: el 21%, 24%, 30% y 23% tenían una edad de 2, 3, 4 y 5 años, respectivamente. En el 77% de los pacientes, los síntomas del asma se desarrollaron por primera vez durante los primeros 3 años de vida. Durante el período inicial tratados con un placebo, los pacientes presentaron síntomas de asma en 6.1 días/semana y utilizaron un B-agonista 6.0 días/semana.
De acuerdo a los resultados obtenidos, durante 12 semanas de tratamiento en pacientes entre 2 y 5 años, la administración de 4 mg de montelukast en una tableta masticable produjo significativas mejoras, comparadas con un placebo a partir de múltiples parámetros del control del asma, incluyendo: síntomas del asma durante el día (tos, sibilancia, problemas para respirar y limitaciones para llevar a cabo actividades); síntomas de asma durante la noche (tos); porcentaje de días con síntomas de asma; porcentaje de días sin asma; necesidad de B-agonistas o corticoesteroides orales; evaluaciones físicas globales y eosinófilos en sangre perifériferica.
El beneficio clínico del montelukast fue evidente el primer día de comienzo de la terapia. Las mejorías en el control del asma fueron consistentes en relación a la edad, sexo, raza y centro de estudio y en cuanto a si los pacientes presentaron o no una prueba radioalergoabsorvente positiva. El montelukast demostró un efecto consistente teniendo en cuenta el uso concomitante de corticoesteroides inhalados/nebulizados o una terapia con cromolin. Las evaluaciones globales de los padres, el porcentaje de pacientes que experimentaron ataques de asma y las mejoras en los puntajes para la calidad de vida estuvieron favorecidos durante el tratamiento con montelukast, pero no fueron significativamente distintos a los observados en durante el tratamiento con placebo. No se observaron diferencias clínicamente significativas entre los grupos bajo tratamiento en la frecuencia total de efectos adversos o de efectos adversos individuales, a excepción del asma, el cual ocurrió significativamente de manera más frecuente en el grupo tratado con placebo. No se observaron diferencias significativas entre los grupos de tratamiento en cuanto a la frecuencia de efectos adversos de laboratorio o la frecuencia de los niveles elevados de transaminasa sérica. Aproximadamente un 90% de los pacientes completó el estudio.
Sobre la base de estos hallazgos, los investigadores creen que la administración oral de montelukast (4mg en una tableta masticable) una vez al día es una terapia efectiva para el asma en niños entre 6 y 14 años de edad. De manera similar, en adultos y niños de 6 a 14 años, el montelukast mejoró múltiples parámetros para el control del asma. Este estudio confirma y amplía el beneficio del montelukast en niños pequeños con asma persistente.