A partir de un reciente estudio, un grupo de investigadores evaluó el uso del patrón trabecular  alveolar, la masa ósea alveolar mandibular (MABM) medida por fotodensitometría y el espesor alveolar interdental, para predecir la densidad mineral ósea del esqueleto (BMD).

Durante el estudio, los investigadores evaluaron la MABM y la bastedad de la trabeculación a través del uso de radiografías periféricas en la dentadura de 80 mujeres. Para la medición del espesor alveolar interdental  fueron empleados modelados dentales y para la BMD del antebrazo se recurrió a una absorciometría dual por rayos X.

 Los investigadores hallaron correlaciones significativas entre la BMD esquelética y la MABM (r = 0.46, P < .001)  al igual que con la bastedad de la trabeculación (r = 0.62, P < .001).  Los datos obtenidos revelaron que el espesor alveolar interdental produce mejorías en la correlación entre la BMD esquelética y la MABM (R2 = 0.44, P < .001).  La correlación entre la bastedad de la trabecualción y  la BMD esquelética presentó mejorías (R2 = 0.52, P < .001)  provocadas por la edad, aunque no así por el espesor interdental.

Los investigadores consideran que la evaluación de la bastedad de la trabeculación del hueso alveolar realizada a partir de la lectura de las imágenes radiológicas intraorales es un indicador clínicamente útil para la BMD esquelética y presenta la ventaja de ser mejor que las mediciones densitométricas del hueso alveolar. La trabeculación densa es un indicador fuerte de la BMD alta, mientras que la trabeculación esparcida podría ser utilizada para predecir una BMD baja.