Antecedentes
Existe poca información en la literatura actual acerca de los resultados que arroja una artroplastía total de rodilla luego de una reducción abierta y una fijación interna de fracturas de la meseta tibial. El propósito de este estudio fue evaluar los resultados de dichos procedimientos luego de un período mínimo de 5 años de seguimiento.
Métodos
Hemos analizado retrospectivamente los resultados de 15 artroplastías totales de rodilla realizadas durante un promedio de 38.6 meses (rango, 8 meses a 11 años) luego de una reducción abierta y una fijación interna de una fractura de la meseta tibial en 15 pacientes consecutivos. El período promedio de duración del seguimiento, luego de procedimientos de artroplastía total de rodilla, fue de 6.2 años (rango, 5.4 a 11.1 años). La edad promedio de los pacientes fue de 56 años (rango, 37 a 68 años) en el momento de la artroplastía. Hemos evaluado los resultados sobre la base del score de rodillas del "Hospital for Special Surgery"(1), el puntaje del SF-36 abreviado(2) y radiografías de las rodillas(3).
Resultados
El puntaje medio de (1) fue de 51 puntos (rango, 20 a 74 puntos) antes de la artroplastía; sin embargo, el mismo aumentó a 80 puntos (rango, 44 a 91) postoperativamente. Cuatro de las rodillas observadas fueron calificadas como excelentes, en tanto 8 mostraron un buen resultado, 1 fue calificada como justa y dos presentaron un resultado pobre. El puntaje medio de (2) fue de 58.0 puntos para la salud general, de 72.4 puntos para el dolor corporal, de 72.1 puntos para la salud mental, de 58.3 puntos para el fucnionamiento físico, de 84.6 puntos para el funcionamiento del desempeño físico, de 81.0 puntos la el funcionamiento social y de 57.7 puntos para la vitalidad. La movilidad media del arco postoperativo activo fue de 105° (rango, 70° a 135°) comparado con 87° (rango, 20° a 125°) preoperativamente.
En base a estos resultados, podemos decir que la artroplastía total de rodilla luego de una reducción abierta y una fijación interna de una fractura de la meseta tibial, disminuye el dolor y mejora la función de la rodilla, aunque el procedimiento es demandante técnicamente y está asociado con un índice alto de falla (5 ó 15).