Investigadores norteamericanos llevaron a cabo un estudio prospectivo con el fin de examinar la hipótesis de que los logros y las indicaciones por ecografía (US) y tomografía computada (CT) en el diagnóstico de apendicitis son relativos.
Durante la investigación fueron estudiados un total de 99 pacientes (50 hombres y 49 mujeres). Luego del consentimiento del paciente, se registró la disposición inicial y se designó a los pacientes para ser sometidos a una operación, observación o alta médico. Cada uno de los pacientes estudiados por CT y US fueron evaluados independientemente por 2 radiólogos; los resultados fueron clasificados como positivos, negativos o equívocos. Antes y después de realizar la lectura de los resultados, un cirujano reevaluó a los pacientes registrando si el rastreo por CT, US o la reexaminación influenciaban la desición final.
Los resultados relevados dieron cuenta de 50 pacientes con apendicitis, 6 de las cuales eran apendicitis perforadas. La impresión clínica inicial designó a 44 pacientes para operaciones, 49 para observaciones y 6 para ser dados de alta. Sin embargo, el plan de tratamiento de 34 pacientes se modificó desde la disposición inicial.
Los investigadores evidenciaron que la ecografía no afectó la impresión inicial. En contraposición, 18 pacientes fueron diagnosticados nuevamente en los hallazgos de rastreo por CT y 7 fueron diagnosticados nuevamente a partir de la reexaminación. De los 44 pacientes inicialmente designados para operación, el rastreo por CT y la reexaminación separaron a 6 mujeres del grupo destinado a cirugía; de esta manera, el índice de apendectomía negativa disminuyó potencialmente desde el 50% hasta el 17% (P = .03). Tanto el rastreo por CT como por US y reexaminación fallaron al reservar a 2 hombres con resultados negativos de la exploración.
De los 49 pacientes inicialmente designados para la observación, 23 fueron diagnosticados nuevamente después de la reevaluación, 13 fueron dados de alta y 10 fueron sometidos operaciones viables. Asimismo, se evitó que un paciente fuera dado de alta inapropiadamente.
El rastreo por CT tuvo buena confiabilidad, así como una sensibilidad y especificidad elevadas. Los resultados equívocos de rastreo por CT disminuyeron el valor diagnóstico.
A partir de los datos relevados, los investigadores norteamericanos concluyeron que el uso selectivo de un rastreo por CT con una segunda evaluación puede mejorar la precisión diagnóstica y el manejo de casos con sospecha de apendicitis por (a) una reducción del índice de apendectomía negativa en mujeres,(b) por el movimiento de pacientes desde la observación hasta la operación temprana o la partida del hospital y (c) por la prevención de altas hospitalarias inapropiadas en pacientes con apendicitis.