Sin duda alguna, el tratamiento farmacológico de la depresión en mujeres que están amamantando requiere disponer de información acerca de la magnitud de la exposición del niño al fármaco a través de la lactancia materna.
Este estudio se abocó a dicho objetivo, examinando las concentraciones séricas en 30 lactantes alimentados por madres tratadas con sertralina, fluvoxamina y paroxetina. Concluye que no se detectó medicación circulante en los lactantes expuestos a fluvoxamina o paroxetina. En el 24% de los lactantes expuestos a sertralina se detectó dicho fármaco en sangre, sobre todo con dosis maternas de 100mg o superiores. En ninguno de los niños se detectaron secuelas por efectos adversos.
El estudio concluye que el tratamiento materno con fluvoxamina, paroxetina y sertralina produce mínima exposición a los niños amamantados.