Investigan nuevas técnicas quirúrgicas

Técnicas para reducir los síntomas de la rodilla anterior luego de una reconstrucción del ligamento cruzado anterior utilizando un autoinjerto rotuliano y del tendón óseo

Según estudios recientes, el injerto óseo canceloso centrado para la restauración completa de los defectos óseos en la zona donante y la técnica de dos incisiones transversas para preservar la rama intrarotuliana del nervio safeno podrían contribuir a la prevención de síntomas en la rodilla anterior.

Noticias médicas

/ Publicado el 1 de octubre de 2001

Recientemente, un grupo de investigadores japoneses estudiaron 75 pacientes que fueron sometidos a una reconstrucción del ligamento cruzado anterior unilateral con un autoinjerto ipsilateral rotuliano óseo y del tendón óseo en el Departamento de Cirugía Otopédica de la Escuela de Medicina Universitaria de Hirosaki, Japón.

El injerto fue realizado utilizando una técnica de dos incisiones transversas y los defectos óseos tibiales y rotulianos fueron reparados con injertos óseos centrados recogidos a través del ensanchamiento del hueco femoral y del hueco o túnel tibial.

Los investigadores evaluaron la incidencia del dolor de la rodilla anterior, la sensibilidad a la presión en la región donante y la alteración sensitiva luego del uso de estos procedimientos. También se analizó la correlación entre el dolor de la rodilla anterior y la edad, el sexo, la longitud del tapón del hueso, el rango de movimiento, la estabilidad postoperativa, el acortamiento del tendón rotuliano, el daño en el nervio infrarotuliano y el tamaño del defecto rotuliano.

Un total de 30 pacientes reportaron dolor de la rodilla anterior. La sensibilidad a la presión en la región donante fue detectada en 10 pacientes y estuvo ubicada en el polo inferior de la rótula, en el tubérculo tibial o en ambos. La alteración sensitiva se encontró sobre el área del nervio intrarotuliano en 13 pacientes. Un análisis estadístico mostró que la inestabilidad anterior (diferencia de lado a lado de 3 mm o más) y el defecto óseo rotuliano residual (2 mm de profundidad o más) fueron factores de riesgo para el dolor de la rodilla anterior.

Los resultados de este estudio sugieren que el injerto óseo canceloso centrado para la restauración completa de los defectos óseos en la zona donante y la técnica de dos incisiones transversas para preservar la rama intrarotuliana del nervio safeno contribuyen a la prevención de síntomas en la rodilla anterior.