El manejo de la contingencia (CM) y de otras complicaciones significativas fueron evaluados, a partir de un reciente estudio realizado por investigadores norteamericanos, como estrategias para mejorar la retención dentro del tratamiento, la complacencia con la medicación y los resultados para el tratamiento de la dependencia a los opiodes.
Durante el estudio, 127 individuos dependientes a los opiodes recientemente desintoxicados fueron asignados al azar a 1 de 3 de las siguientes condiciones implementadas durante 12 semanas: un tratamiento estándar con naltrexona, administrada 3 veces por semana; un tratamiento con naltrexona y manejo de la contingencia con entrega de vales acerca de la complacencia a la droga y muestras de orina libres de drogas y, por último, un tratamiento con naltrexona, CM y otras complicaciones significativas, donde un miembro de la familia fue invitado a participar en alguna de 6 sesiones de asesoramiento profesional. Los resultados principales observados fueron la retención dentro del tratamiento, la aceptación de la terapia con naltrexona y la cantidad de muestras de orina libres de drogas.
De acuerdo a los resultados alcanzados por el estudio se encontró, en primer lugar, que el CM estuvo asociado con mejoramientos significativos en cuanto a la retención dentro del tratamiento (7.4 frente a 5.6 semana; P = .05) y a una reducción del uso de los opioides (19 frente a 14 muestras de orina libres de drogas; P = .04) comparado con el tratamiento estándar con naltrexona. En segundo lugar, la asignación de SO no mejoró de manera significativa la retención en el tratamiento, la aceptación del mismo o los resultados del abuso de sustancias comparado con el CM. Se observaron efectos significativos en la condición de SO sobre el CM en cuanto a la retención, la aceptación del tratamiento y los resultados del uso de drogas sólo para el grupo que fue atendido en al menos una sesión de asesoramiento profesional. La condición de SO estuvo asociada con mejorías significativas (P = .02) en el funcionamiento familiar.
Las terapias de la conducta, como el CM, pueden emplearse para direccionar la debilidad de algunas fármacoterapias específicas, como la falta de aceptación al tratamiento; esto puede jugar un papel sustancial en la ampliación de la utilidad de las farmacoterapias disponibles en la actualidad.