Importante estudio propone nuevo tratamiento para pacientes que presentan algunos tipos de carcinoma

Estrategia en tres pasos para la quimioterapia de inducción luego de quimiorradiación seguida de cirugía en pacientes con un carcinoma de esófago o de la unión gastroesofageal potencialmente resecable

Un grupo de investigadores norteamericanos ha diseñado un estudio para evaluar la viabilidad de una combinación de quimioterapia y quimiorradioterapia preoperativas de inducción para mejorar el índice de resección curativo, el control local y la supervivencia.

Los pacientes que padecen de un carcinoma locoregional en el esófago o en la unión gastroesofageal presentan una supervivencia pobre luego de ser sometidos a cirugía. La quimioterapia preoperativa o la quimiorradioterapia no han mejorado el resultado en estos pacientes. Recientemente, un grupo de investigadores norteamericanos ha diseñado un estudio para evaluar la viabilidad de una combinación de quimioterapia y quimiorradioterapia preoperativas de inducción para mejorar el índice de resección curativo, el control local y la supervivencia.

Los pacientes que presentaban pruebas histológicas de un carcinoma localizado (tanto un carcinoma escamocelular como un adenocarcinoma) en el esófago o en la unión grastroesofageal fueron sometidos a una clasificación completa incluyendo una ultraecografía endoscópica (EUS). Los pacientes recibieron, en primer lugar, un total de dos cursos de quimioterapia de inducción que consistió en 750 mg/m2/día de 5-fluorouacilo como una infusión continua en los días 1 y 5, 15 mg/m2/día de cisplatina como un bolo endovenoso en los días 1-5 y 200 mg/m2 de paclitaxel como una infusión intravenosa de 24 hs. el día 1. El segundo curso fue repetido el día 29. Este tratamiento fue seguido de radioterapia (45 gray en 25 fracciones) y una admisión concurrente de 5-fluorouacilo (300 mg/m2/día como una infusión continua 5 días a la semana) y cisplatina (20 mg/m2 en los días 1 y 5 de radioterapia). Luego de la quimioterapia, los pacientes fueron sometidos a cirugía. Durante el estudio los investigadores evaluaron la viabilidad de este acercamiento, los índices de resección curativos, la supervivencia de los pacientes y los patrones de falla.

Un total de 37 de los 38 pacientes seleccionados al inicio fue evaluado para determinar la toxicidad y supervivencia. De acuerdo a los datos arrojados por el estudio, fueron observados frecuentemente adenocarcinomas y una ubicación esofageal distal del carcinoma. De los 37 pacientes observados, 35 (95%) fueron sometidos a cirugía; todos presentaron resección RO (curativa). Se observó una respuesta patológica completa en 11 (30%) del total de 37 pacientes. Además, 5 (14%) pacientes presentaron solo un carcinoma microscópico. De acuerdo con la clasificación por EUS, 31 (89%) de los 35 pacientes que fueron sometidos a cirugía tuvieron un carcinoma T3 considerando que de acuerdo con la clasificación patológica solo 3 (9%) tenía un carcinoma T3 (P 0.01). De manera similar, basados en la clasificación por EUS, 23 pacientes (66%) tenían un carcinoma N1, considerando que de acuerdo con la clasificación patológica sólo 7 pacientes (20%) tenían este tipo de carcinoma (P 0.01). 

Durante un período de seguimiento medio de 20 meses (seguimiento mínimo mayor de 13 meses; seguimiento máximo mayor de 36 meses), el tiempo medio de supervivencia para los 37 pacientes observados no había sido alcanzado. Los investigadores registraron dos casos de muerte relacionados con la cirugía.

Los datos obtenidos a partir de este estudio mostraron que la estrategia en tres pasos para la quimioterapia preoperativa inducida basada en el paclitaxel luego de una quimiorradioterapia seguida de cirugía es factible y aparece bastante activa en pacientes que presentan un carcinoma locoregional en el esófago o en la unión gastroesofágica. Los investigadores creen que futuras investigaciones deben apuntar a un sustituto de la cisplatina con menos agentes tóxicos e incluir una terapia sistémica mayor con nuevas clases de agentes.