Injertos óseosInjertos óseos

Substitutos del injerto óseo autólogo en Traumatología y Ortopedia

Se exponen las variantes alternativas con que se cuenta al presente para suplir como injerto al hueso propio, cuando la utilización del mismo presenta deficiencias cualitativas o insuficiencia volumétrica.

Autor/a: Dres. J. F. Keating y M. M. McQueen.

Indice
1. Introducción
2. Materiales osteogénicos y osteoinductivos
3. Materiales osteoconductivos
4. Conclusiones

Si bien es bien reconocido el papel del injerto óseo autólogo en cirugía ortopédica para el tratamiento de las seudoartrosis, salvando brechas diafisarias y rellenando defectos metafisarios, no lo es  menos su asociación con el dolor y la morbilidad postoperatorias. Cuando se requiere un injerto extenso, como ocurre en las artrodesis vertebrales y en los defectos de los huesos largos, es frecuente tropezar con un volumen deficitario. Este inconveniente fue primariamente soslayado por la disponibilidad aportada por el aloinjerto, pero inevitablemente acompañado de su baja capacidad osteogénica, de su elevada inmunogenicidad, de su acelerada reabsorción y de su potencial condición de vector de patologías.

El injerto óseo autógeno es osteogénico, osteoinductivo, osteoconductivo y completamente biocompatible. Todas estas características deberían ser también patrimonio del sustituto ideal. Los materiales osteogénicos poseen la capacidad implícita de formar hueso, lo que implica que posean células vivas, osteoblastos y osteocitos, capaces de reproducirse. Los materiales osteoinductivos promueven la estimulación celular a nivel de la herida o en su entorno, provocando la conversión fenotípica de células precursoras capaces de formar hueso. Los materiales osteoconductivos carecen de tal condición citogénica y solo aportan una estructura biocompatible inerte que es utilizada por el tejido óseo local para formar nuevo hueso.
Actualmente, no existe un substituto de injerto óseo capaz de incluir todas estas cualidades. Por el contrario, los materiales utilizables suelen tender a ser predominantemente osteogénicos, osteoinductivos o simplemente osteoconductivos. En este trabajo, los autores realizan una revisión de los substitutos comúnmente utilizados y consideran la evidencia clínica que avala su uso dentro de la especialidad.