Las pacientes adolescentes con anorexia nerviosa pueden tener supresión hipotalámica y amenorrea, así como un alto riesgo de padecer osteoporosis y fracturas. Desafortunadamente, la información existente sugiere que el reemplazo con estrógenos, aún en combinación con suplementos nutricionales, no parece corregir la pérdida en la densidad del hueso en estas pacientes.
Aproximadamente la mitad de las adolescentes con bulimia nerviosa también presentan disfunción hipotalámica y oligomenorrea o menstruaciones irregulares. Generalmente, estas anormalidades no impactan en la densidad ósea y pueden ser reguladas con intervalos de dosis de progesterona o el uso regular de anticonceptivos.
En contraste, las adolescentes obesas con irregularidades menstruales frecuentemente tienen falta de ovulación o hiperandrogenismo, habitualmente considerado como un sindrome ovárico poliquístico. Se cree que la resistencia a la insulina juega un importante papel en la patofisiología de esta condición. Mientras el manejo habitual usualmente utiliza anticonceptivos orales, el tratamiento futuro puede incluir medicamentos bajos en insulina, como la metformina, para mejorar los síntomas. Dado que las adolescentes son generalmente sexualmente activas, es importante discutir acerca de la anticoncepción.