Novedoso estudio de cohorte multipropósito

Efectos de comportamiento y de desarrollo de la otitis media con derrame en adolescentes

Algunas secuelas de desarrollo de la otitis media con derrame, especialmente un déficit en la capacidad de lectura, pueden persistir en la infancia tardía y en la adolescencia temprana, según concluyeron investigadores a partir de un reciente estudio llevado a cabo en Nueva Zelanda.

A partir de un estudio de cohorte multipropósito extenso, un grupo de investigadores examinó si las secuelas cognitivas o de desarrollo de la otitis media con derrame (OME) continúan en la infancia tardía y en adolescentes tempranos (11-18 años).

Durante la investigación se estudiaron alrededor de 1000 niños que habían participado del estudio de desarrollo y salud multidisciplinario Dunedin, llevado a cabo en Nueva Zelanda. La principal variable independiente de interés fue el estado otológico de niños mayores de 9 años.
 
Los investigadores realizaron un análisis de la clasificación realizada por maestros y padres acerca de problemas de comportamiento antisocial, neurótico, hiperactivo y de falta de atención en los niños y dispusieron de una alta proporción de datos obtenidos de pruebas de alcance académico, que incluyeron el coeficiente intelectual (IQ) y la capacidad de lectura y deletreo en jóvenes de 11 a 18 años de edad.

Luego de realizar los ajustes de las covariables, como el estatus económico, los problemas de comportamiento hiperactivo y de falta de atención resultaron evidentes a la edad de 15 años y un IQ menor asociado con la OME permaneción de manera significativa en jóvenes de 13 años. El efecto de mayor duración fue observado por déficits en la capacidad de lectura entre los 11 y los 18 años.

No se realizaron estudios previos que hayan considerado los problemas de comportamiento como resultado han realizado un seguimiento de niños por un período de tiempo lo suficientemente largo para determinar si algunas de las secuelas tempranas de la OME aún se hallan presentes en la adolescencia temprana y tardía. A partir del estudio realizado, los investigadores creen que algunas secuelas de desarrollo de la OME, especialmente el déficit en la capacidad de lectura, pueden persistir en la infancia tardía y en la adolescencia temprana.