La pérdida de la capacidad de experimentar placer (anhedonia) es la principal característica de la esquizofrenia.  A pesar de que las técnicas por imágenes funcionales han sido exitosas en la identificación de la base neural del deterioro cognitivo en la esquizofrenia, no se han realizado investigaciones acerca de los sistemas neurales subyacentes a los disturbios emocionales. 

Un grupo de investigadores del Centro de Investigación Clínica de Salud Mental, de Iowa (EEUU), ha estudiado la base neural del proceso emocional en la esquizofrenia, a partir de la exploración de los patrones de respuesta del cerebro a los estímulos olfativos en pacientes y voluntarios sanos.

La investigación se basó en un estudio de tomografía por emisión de positrones (PET) realizado en pacientes con esquizofrenia y en un grupo de voluntarios sanos. Los datos obtenidos de la PET fueron recogidos entre el 21 de julio de 1995 y el 11 de setiembre de 1997 y el análisis de los mismos se llevó a cabo entre el año 1999 y el año 2000.

Durante la investigación fueron estudiados 16 voluntarios sanos con una edad promedio de 29.5 años y 18 pacientes que padecían de esquizofrenia con una edad promedio de 30.0 años. Los principales sitios de estudio fueron las áreas de aumento y descenso relativo del flujo sanguíneo cerebral regional, evaluadas utilizando la PET y el método de agua [15O] mientras los participantes realizaban una tarea olfativa de emoción-inducción para determinar la respuesta al placer de los olores (vainilla) o a la falta del mismo (ácido 4-metilvalérico), comparada entre pacientes y voluntarios sanos.

Los resultados de la investigación revelaron que los pacientes con esquizofrenia experimentaron subjetivamente dolores no placenteros de una forma similar a los voluntarios sanos, pero mostraron deterioro en la experiencia frente a los olores placenteros.  El análisis del flujo sanguíneo cerebral regional reveló que los pacientes presentaron fallas al activar las regiones límbicas/paralímbicas (corteza insular, núcleo accumbens y circunvolución parahipocámpica) durante la experiementación de olores no placenteros, restableciendo en su lugar una disposición compensatoria de las regiones corticales frontales.

Las anormalidades de las interacciones funcionales complejas entre las regiones frontal y mesolímbica pueden ser la base de los disturbios emocionales en pacientes con esquizofrenia.