Dr. José Alberto Mainetti*

"La clonación es un medio: el fin le dará su carácter ético"

En el ámbito de la Fundación Mainetti nos recibió el Dr. José Alberto Mainetti, a quien consultamos sobre diversos temas de interés en ética y bioética médica. He aquí sus opiniones.

Autor/a: Por IntraMed

Indice
1. Historia de la bioética
2. Principios y objetivos
3. Políticas
4. El futuro

¿Qué es la bioética y cómo se aplica a la medicina?

La bioética es una ética de la vida. Literalmente, bios en griego significa vida y ethique, moral o ética. La bioética se ocupa de todas las ciencias biológicas desde la agricultura hasta la medicina. El campo que tiene por objeto de estudio es sumamente basto. El término nació un poco azarosamente, es un neologismo que apareció en un artículo de un autor norteamericano, Van Rensselaer Potter, que se reconoce como el creador de la disciplina porque escribió un artículo denominado Bioethics: a bridge to the future. Es decir que esta disciplina nació como una tabla de salvación para orientar la vida que en los años 60 tenía un escenario muy crítico: la catástrofe ambiental, el agotamiento de los recursos ambientales. El Dr. Potter es un oncólogo especialista en cinética celular que comprendió que el problema oncológico debía estudiarse en un escenario más amplio. Por eso dejó el microscopio y se puso a estudiar el medio ambiente y notó que, en gran medida, el cáncer estaba generado por factores ambientales.

Luego de este nacimiento, ¿cómo continuó la historia?

En 1972 se creó en la Universidad de Georgetown, por inspiración y patrocinio de los Kennedy, el Joseph and Rose Kennedy Institute for Human Reproduction and Bioethics. Esta nueva institución apoyaba la investigación de un embriólogo holandés interesado en la reproducción humana y los problemas demográficos, otra rama de la bioética.

En los años 70 se dio la fórmula explosiva de la bioética: un gran avance en las ciencias de la vida y en sus aplicaciones biomédicas (recordemos que en los años 60 y 70 aparecieron los contraceptivos orales, los trasplantes de órganos, el soporte vital, todo lo que es la vida artificialmente sostenida). Todos estos avances generaron una explosión en el bios: una vida que acepta cada vez mayor sustitución de órganos y aparatos. Hasta esos años la medicina había avanzado con un paradigma antibiótico específico (la gran revolución terapéutica había sido lanzarse contra la enfermedad, reducir sus causas). De hecho, se terminó con muchas enfermedades infectocontagiosas. Hoy ese paradigma ya no funciona: el Sida nos vuelve a desafiar.

La introducción de nuevas técnicas, ¿cambió el panorama?

Claro, porque después llegó una medicina que yo llamo "de reemplazo" o "protésica", que es la que nos permite mantener con vida a la persona, aunque no la podamos curar. Aparece –al mismo tiempo- la medicina "del deseo", en la que el hombre define lo que es salud y lo que es enfermedad no ya con el criterio naturalista y fisiológico de la tradición hipocrática milenaria sino a través de una nueva gestión del cuerpo (reproducción, tecnología genética, trasplante de órganos). Los fines de esta medicina empiezan a ser distintos a los que conocíamos. Junto con este bios tecnológico aparece un ethos liberal, democrático, pluralista, secular, que defiende los derechos y la autonomía de los pacientes.