Este estudio se realizó para determinar el efectos del masaje perineal durante la segunda fase del trabajo de parto en los resultados perineales.  

Diseño: Se trató de un ensayo controlado aleatorizado en el que se le pidió a mujeres embarazadas de  36 semanas esperando el nacimiento normal de un feto único que se unieran al estudio. Las mujeres se consideraban aptas para ser aleatorizadas si en el trabajo de parto progresaban a dilatación completa del cuello uterino, o a 8 centímetros o más si eran nulíparas,  o 5 centímetros o más si eran multíparas. Ingresaron al estudio 1340 pacientes que fueron divididas en un grupo con INTERVENCIÓN consistente en el masaje y estiramiento del perineo durante la segunda fase del trabajo de parto con un lubricante soluble en agua y un grupo control que no recibió el masaje.  

Las medidas principales de resultado se dividieron en:
resultados primarios: tasas de perineo intacto, las episiotomías, y los desgarros de primero, segundo, tercero, y cuarto grado y
resultados secundarios: el dolor a los tres y 10 días postparto y el dolor, dispareunia, reasunción de las relaciones sexuales, incontinencia urinaria o faecal y urgencia a los tres meses postparto.  

Resultados: las tasas de perineos intactos, desgarros de primero y segundo grado y las episiotomías eran similares en el grupo con masaje y en el grupo control. Hubo menos desgarros de tercer grado en el grupo con masaje (12 (1.7%) v 23 (3.6%); riesgo absoluto  2.11, riesgo relativo 0.45 ; 95% intervalo de confianza 0.23 a 0.93, P <0.04), aunque el ensayo estaba dotado de potencia insuficiente medir este resultado menos frecuente. Los Grupos no difirieron en cualquiera de los resultados secundarios de los tres punto de valoración.
  
Conclusiones: La práctica de masaje del perineal en el trabajo no aumenta la probabilidad de un perineo intacto o reduce el riesgo de dolor, dispareunia, o problemas urinarios y/o fecales.