La investigación se basó en que el fMRI provee un medio no invasivo para identificar la localización y organización de las redes neuronales que son el fundamento de las funciones cognitivas.
El objetivo del estudio fue estudiar, usando fMRI, las regiones cerebrales involucradas en el procesamiento de textos escritos en niños.
Los autores estudiaron a 9 niños normales diestros de procedencia anglosajona, con una edad promedio de 10.2 años (rango entre 7.9 y 13.8 años). Para eso, emplearon dos paradigmas: la la lectura de la fábula de Aesop (reading Aesop's Fable) y el Read Response Naming (lectura de la descripción de un objeto que es luego nombrado silenciosamente). Los datos fueron adquiridos usando el nivel de oxígeno de la sangre dependiente de fMRI. El grupo de datos fue analizado con un mapeo paramétrico estadístico. Los conjuntos de información individual fueron evaluados con una aproximación a la región de interés desde el estudio individual de mapas t. El número de pixeles activados fue determinado en las regiones del cerebro y un índice asimétrico se calculó para cada región.
Los autores hallaron fuerte activación en la circunvolución temporal media izquierda y en la circunvolución frontal media izquierda, y activación variable en la circunvolución frontal inferior izquierda para ambas tareas de lectura (z >5.5 a 9.1). Todos los sujetos tuvieron una fuerte lateralización del lado izquierdo para ambas tareas en la circunvolución temporal media/superior, circunvolución frontal inferior y circunvolución frontal media (AI= 0.76 a 1.0 para t=4).
La lectura de la fábula activó en dos ocasiones tanto pixeles en la corteza temporal como lo hizo la Read Response Naming. La activación en la corteza prefrontal dorsolateral fue similar en ambas tareas.
Con la lectura de una fábula fue observado un homólogo pequeño de activación de la región temporal media derecha.
Los investigadores concluyeron que las redes neuronales que procesan la lectura aparecen para ser lateralizadas y localizadas de la niñez media hasta la tardía. Los paradigmas de lectura podrían probar ser útiles para identificar las áreas frontales y temporales de procesamiento del lenguaje y para determinar el dominio del lenguaje en niños con epilepsia o que padecen intervenciones quirúrgicas por tumores.