Investigadores dinamarqueses analizaron cinco posibles factores pronósticos de incapacidad al año de ocurrir una lesión cervical por latigazo del cuello. Los potenciales pronósticos fueron: intensidad del dolor, prueba de movilidad cervical (CROM), carga de trabajo durante la extensión y flexión del cuello y pruebas psicométricas.
Al año, el 7.8% de sujetos injuriados habían reanudado su actividad habitual, el 4% retornó a una actividad modificada. El mejor pronóstico de incapacidad fue la movilidad cervical, con una sensibilidad del 73% y una especificidad del 91%.
Cuando se combinó estos resultados con la intensidad del dolor la especificidad aumentó pero disminuyó la sensibilidad.