Perimenopausia, clínica y manejo

Manejo de la transición: la perimenopausia.

La perimenopausia es una etapa de transición caracterizada por cambios hormonales que llevan a manifestaciones diversas, lo que sugiere la necesidad de un correcto conocimiento de las mismas con el fin de mejorar la calidad de vida de las pacientes.

Autor/a: Dr. Leon Speroff *

Fuente: Contemporary Ob/Gyn

Indice
1. Anovulación y metrorragia
2. Efectos fisiológicos y psicológicos de la perimenopausia
3. Anticonceptivos orales indicaciones y contraindicaciones
4. Cuando cambiar de ACO a TRH
5. Cuidados preventivos en la perimenopausia
6. Introducción
7. Cambios hormonales durante la perimenopausia
8. Síntomas vasomotores
Durante este período es muy frecuente la metrorragia disfuncional por anovulación. Pero, cuando no hay sangrado, generalmente no se diagnostica la anovulación. El dosaje de progesterona una semana antes de la menstruación hace el diagnóstico. Un valor <300 ng/dL permite realizar un tratamiento que tendrá un impacto significativo en el riesgo de cáncer de endometrio.

En una mujer anovuladora con una metrorragia disfuncional asociada a una hiperplasia de endometrio sin atipías, se debe realizar tratamiento con progesterona periódica por vía oral como ser 5 a 10 mg de acetato de medroxiprogesterona diaria durante 10 días del ciclo. En caso de  hiperplasia, se debe hacer seguimiento con un raspado. Si no se observa una regresión histológica, hay que evaluar las alternativas quirúrgicas. En los casos de hiperplasia con atipía con riesgo de malignizar, se debe evaluar la histerectomía como tratamiento.

En el 95% al 98% de los casos la administración de progestágenos revierte la hiperplasia y controla el sangrado. El tratamiento debe continuarse hasta el cese de las menstruaciones. Este es un signo que indica la necesidad de agregar estrógenos al tratamiento. Si hay alteraciones vasomotoras antes del cese de las menstruaciones, se puede iniciar la terapia antes, para poder controlar los sofocos.

Los anticonceptivos orales (ACO) están indicados en las mujeres sanas, no fumadoras que requieren un método anticonceptivo. Una mujer con ciclos anovulatorios puede tener una ovulación espontánea y lograr un embarazo. Un anticonceptivo de baja dosis es útil como anticoncepción y para la profilaxis contra el sangrado abundante e irregular y disminuye el riesgo de hiperplasia y neoplasia endometrial. Muchos médicos consideran que los anticonceptivos son más efectivos que la progesterona sola para el control de las irregularidades menstruales.

Cuando la mujer no dejó de menstruar no es conveniente agregar una terapia de reemplazo hormonal (TRH) porque el exceso de estrógenos expone al endometrio a una dosis excesiva e injustificada. Por otro lado, la TRH no inhibe la ovulación por lo que no da una protección anticonceptiva. Lo ideal es regular los ciclos con progestágenos mensuales junto con un método anticonceptivo o utilizar anticonceptivos de baja dosis que contengan 20 µg de estrógenos.