Dos artículos y un editorial publicados en "British Medical Journal" describen las dificultades existentes a la hora de alcanzar el objetivo de realizar una cesárea urgente en sólo 30 minutos desde que se decide intervenir a la parturienta hasta que se produce el alumbramiento.
Sin embargo, el hecho de no alcanzar este objetivo -fijado para evitar el sufrimiento fetal- parece que no incrementa la mortalidad neonatal. Los autores auditaron durante 32 meses los alumbramientos producidos en un hospital general en el que nacían cada año 5.500 niños.
El estudio encontró que el nacimiento en 30 minutos sólo fue posible en 2 de cada 3 casos, pero este retraso no provocó un número mayor de ingresos en unidades de cuidados intensivos pediátricos de neonatos con más de 36 semanas de gestación. En el 88% de los alumbramientos se produjeron 40 minutos de adoptar la decisión de intervenir y sólo un 4% de las mujeres no había dado luz pasados 50 minutos.
A la luz de estos resultados, los autores se preguntan si es correcto mantener para todos los casos ese tiempo estándar de 30 minutos.