Científicos franceses del Instituto Pasteur han descubierto cómo la bacteria Listeria monocytogenes penetra en el organismo, provocando enfermedad -e incluso la muerte- en individuos vulnerables que han ingerido alimentos contaminados.
Señalan que la bacteria puede contaminar verduras crudas y alimentos procesados que requieren refrigeración, como quesos, patés o carnes.
La infección -listeriosis- es especialmente peligrosa para fetos en desarrollo, recién nacidos, ancianos y personas inmunodeprimidas. Causa meningitis en el 30% de estos pacientes, pero en adultos sanos sus efectos son mucho menos graves: desde molestias gastrointestinales a fiebre moderada y cefalea.
Para causar infección tras haber comido alimentos contaminados, L. Monocytogenes debe llegar al intestino y pasar al torrente sanguíneo, diseminándose al sistema nervioso central. No obstante, hasta ahora no se sabía qué mecanismo utiliza para atravesar la barrera intestinal.
En estudios anteriores, los mismos autores habían descubierto que una proteína de la superficie de la bacteria, la internalina, interactúa con un receptor, llamado E-cadherina, que se encuentra en células cultivadas derivadas del intestino. Así, la proteína "abre la puerta" para que la bacteria entre en las células intestinales y pueda pasar a la sangre.
El problema para estudiar este mecanismo residía en que ratas y ratones presentan una forma de cadherina que no se une a la internalina. Pero sí los cobayos. La diferencia entre las dos formas del receptor permitió crear ratones transgénicos con el receptor en cuestión. También desarrollaron una cepa de L. Monocytogenes que carecía de internalina, la cual no causó infección en los animales.
Por todo ello, consideran la internalina como un factor de virulencia de la bacteria, hallazgo que podría ser utilizado en el futuro para tratar o prevenir estas infecciones.
(El acceso a la fuente original requiere registración previa)