El osteosarcoma es el cáncer óseo más común, y suele afectar a niños y a adolescentes. Aunque la extirpación quirúrgica de los tumores es el principal tratamiento, la quimioterapia suele aplicarse para acabar con las células cancerígenas que han podido permanecer en el organismo.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Duke (Estados Unidos) ha realizado un estudio con 54 pacientes con osteosarcoma y ha descubierto que aquellos tratados con quimioterapia antes y después de una operación presentaban menores probabilidades de sobrevivir. Tras hacer un seguimiento de 5 años de los pacientes, el doctor Keith Berend y sus colegas descubrieron que el 68 por ciento de los pacientes que habían recibido sólo una quimioterapia inicial y la operación lograban sobrevivir. Esta probabilidad se reducía a un 46 por ciento entre los que también recibieron quimioterapia tras la intervención quirúrgica.
Por otra parte, un grupo de cinco pacientes que recibió quimioterapia adyuvante falleció a causa de complicaciones asociadas al tratamiento, principalmente a causa de un cáncer secundario.
El doctor Berend advierte sin embargo que estos son sólo resultados preliminares, que deberían ser confirmados por estudios de mayor envergadura. El estudio también adolece de ciertos problemas, al ser retrospectivo y no analizar a posteriores los efectos de un tratamiento suministrado aleatoriamente. Es posible que algunos pacientes hayan recibido tratamiento adicional a causa de las características de su enfermedad.