Debido al papel de los estrógenos en la finalización del crecimiento de óseo en ambos sexos, ha sido publicado un trabajo científico basado en la hipótesis que la inhibición de la síntesis de estrógenos en estos pacientes podría demorar el desarrollo de crecimiento de las placas óseas dando como resultado un incremento de la altura en el adulto.
Dunkel y su equipo, autores de este estudio, trataron a chicos que presentaban retraso en la pubertad, con testosterona y placebo, o con testosterona y un inhibidor enzimático; y un tercer grupo de chicos que no recibieron tratamiento y que esperaron a la progresión espontánea de la pubertad.
El inhibidor enzimático utilizado, inhibía eficazmente la síntesis de estrógenos, y retrasaba la maduración ósea. La progresiva maduración ósea era más lenta en el grupo tratado con dicho inhibidor que en el grupo placebo. En dieciocho meses, la edad del hueso había avanzado 1.1 años en el grupo no tratado; 1.7 años en el grupo tratado con testosterona y placebo; y tan sólo 0.9 años en el grupo tratado con el inhibidor enzimático.
Los resultados publicados también señalan que no había diferencias significativas en la altura prevista en el adulto entre el grupo no tratado y tratado con placebo, mientras que en el grupo de chicos tratados con el inhibidor enzimático, la media en el incremento producido era del 5.1 cm.
Los autores sugieren que si la acción de los estrógenos es inhibida durante el crecimiento del adolescente, se producirá un incremento de la altura en el adulto. Este hallazgo, proporciona, a juicio de los autores, una base para los estudios dirigidos a retrasar la maduración ósea en los diversos desórdenes de crecimiento.
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