El objetivo de la medicina basada en la evidencia consiste en aplicar los métodos de diagnóstico y la práctica clínica cuya utilidad y beneficios han sido fehacientemente comprobados a través de una sólida experiencia basada en estudios epidemiológicos. La velocidad con que aparecen nuevos métodos de diagnóstico y terapéuticos es en parte responsable de la utilización de los mismos sin que aún exista suficiente experiencia sobre sus beneficios.
La medicina basada en la evidencia busca que el paciente reciba en el momento adecuado el tratamiento más conveniente y al costo más adecuado para su bolsillo. Esto requiere una nueva estructuración filosófica y científica por parte del profesional, así como una mejor información del paciente sobre su enfermedad y tratamiento.
Avances de la medicina
Los avances en la genética, la inmunología y la biología molecular, que además se hallan interrelacionados, van a constituir nuevas situaciones de conflicto sobre la relación entre la aplicación de éstas técnicas y una evidencia demostrada de su utilidad.
Por ejemplo antes de la decodificación del ADN el número de drogas dirigidas a genes blancos, se calculaba en alrededor de 900. Una vez que el proyecto genoma humano esté totalmente decodificado y se vaya sabiendo la función de las nuevas proteínas y enzimas, las drogas a genes blancos van a trepar a cifras que oscilan entre 3000 y 10.000.
La implantación en el miocardio de células toti potenciales y de mioblastos, así como la angiogénesis son procedimientos que están muy avanzados en su etapa experimental y han empezado a invadir la terapéutica clínica, sin que se conozcan los resultados a mediano y menos aún a largo plazo.