En EEUU recomiendan usar medicamentos para tratar este factor de riesgo cardiaco
El 50% de la gente que tiene colesterol alto no lo sabe
Según la Sociedad Argentina de Cardiología, el 30% de la población adulta tiene colesterol alto · Pero como no presenta síntomas, pocas personas se hacen el examen para detectarlo.
Fuente: Clarín
El llamado colesterol malo es una sustancia presente en los organismos animales que ayuda a que la grasa se deposite en las paredes arteriales, obstruyéndolas. Este lento proceso, denominado aterosclerosis, termina tapando las arterias, lo que puede provocar una crisis cardíaca.
Según la información del Consejo de Epidemiología de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), este factor junto con la hipertensión, el tabaquismo, la diabetes y la obesidad conforma el grupo de "aliados" incondicionales para que ocurra un ataque cardíaco. Y ninguno de ellos ha logrado combatirse entre la población argentina. Aquí, el 37 por ciento de las muertes que ocurren cada año se deben a causas cardíacas.
Para tratar de revertir esta situación, el Consejo está elaborando nuevas normas para tratar el colesterol alto, que se conocerán dentro de un mes, según explicó el doctor Mario Ciruzzi, jefe de la Unidad Coronaria del Hospital Pirovano. Mientras tanto, los expertos leen con atención las revolucionarias recomendaciones que lanzó el martes el gobierno de los Estados Unidos, con las que decidió presentar una batalla final contra el colesterol.
Allí, un panel de 27 expertos analizó los nuevos estudios sobre colesterol y llegó a conclusiones importantes:
·El colesterol alto es la principal causa de enfermedad coronaria en ese país (hay que tener en cuenta que se ha reducido muchísimo el consumo de tabaco).
·Los varones de menos de 40 años con colesterol alto tienen 2 a 3,5 veces más posibilidades de morir por una afección cardíaca que sus pares saludables.
·Muchas personas están en situación de riesgo y no lo saben.
Por eso, las nuevas recomendaciones contemplan tratamientos más agresivos:
·Realizar exámenes periódicos de colesterol a partir de los 20 años. Hay que detectar sí o sí al paciente que está en riesgo.
·No confiar exclusivamente en los cambios de hábito (hacer gimnasia, ponerse a dieta). Al descubrir un nivel de colesterol total superior a 200, el médico debe contemplar un tratamiento con medicamentos. Es decir, tratar al paciente como si ya hubiera tenido un evento cardíaco.
·Esta decisión triplicará pronto el número de personas medicadas: pasarían de 13 a 36 millones.
·Según los expertos, unas 65 millones de personas en ese país deben bajar de peso para ayudar a poner a raya al colesterol.
El objetivo es disminuir las muertes. "Así lograremos bajar la mortalidad cardíaca en poco tiempo hasta en un 40 por ciento", explicó el doctor Claude Lenfant, director del Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre de los Estados Unidos. Lenfant dirigió el trabajo del comité que se publicó en la Journal of the American Medical Association (JAMA).
Es que en ese país, las muertes jóvenes a causa de trastornos cardíacos aumentaron en los últimos años y parece ser que el colesterol alto fue el principal responsable.
Además, estudios realizados sobre jóvenes muertos en accidentes de tránsito revelaron que muchos, a pesar de ser jóvenes, ya tenían las arterias dañadas a causa del colesterol. Esa fue una señal de alarma porque estos chicos eran "firmes candidatos" a sufrir un ataque cardíaco en algún momento de sus vidas. Por eso, las nuevas guías apuntan a detectar el problema en forma precoz, y a comenzar a tratarlo justamente en esa franja de población.
Los expertos argentinos aseguran que las nuevas recomendaciones estadounidenses son útiles, pero no siempre son aplicables a la realidad local. "Es verdad que cuanto más precoz y agresivo sea el tratamiento, más éxito habrá en evitar el evento coronario", resumió el doctor Herman Schargrodsky, director del Centro de Prevención de Enfermedades Cardiovasculares del servicio de Cardiología del Hospital Italiano.
Sin embargo, agregó que "es malo para la salud pública depositar toda la esperanza en los fármacos. Siempre hay que apuntar a que el paciente entienda que debe modificar hábitos de vida: dejar de fumar, bajar de peso y hacer ejercicio.
Tanto Ciruzzi como Schargrodsky consideran que es muy importante tener en cuenta el riesgo global, es decir, observar la suma de factores que tiene una persona. Y un dato fundamental que, según los expertos, falta en la mirada americana: los antecedentes familiares, que son muy importantes para medir el grado de riesgo de padecer colesterol alto.
Para el doctor Raúl Mejía, especialista en clínica médica y miembro del Programa de Medicina Interna General del Hospital de Clínicas, el problema en la Argentina "es que la gente consulta cuando tiene síntomas y no hay continuidad en la atención médica". Por eso, la persona que tiene colesterol alto recién se entera cuando sufre el primer infarto.
"Este tipo de afecciones necesita un seguimiento del paciente, controles periódicos. A una persona se le puede indicar una dieta, ejercicios; pero si los médicos no volvemos a verla, nunca sabremos si cumplió o no", resumió.
Y aquí, los expertos plantean un gran agujero negro: la falta de campañas que, a nivel nacional, realicen un trabajo de información y prevención permanentes. "Hay que salir a buscar al paciente, la prevención primaria (antes de enfermarse) es educación, no genética", aseguran.